La presidenta manchega se inventa un nuevo tributo que usará para financiar el funcionamiento de los centros, que es una competencia exclusiva de la Junta. A poco más de un mes de las elecciones, María Dolores de Cospedal ha vuelto a ‘liarla’ en Castilla-La Mancha. La presidenta de la Junta ha decidido inventarse un impuesto que pasará a los padres de los niños que coman en el comedor escolar y que, según las familias, usará para financiar el funcionamiento de los centros cuando eso es una competencia exclusiva del Gobierno regional.
Algunas asociaciones de padres han puesto el grito en el cielo tras conocer las intenciones de Cospedal. Así lo recoge elplural.com, que relata la indignación de las familias al ver que la presidenta manchega cobrará un 0,2% del importe unitario del servicio a quienes usen el comedor. Eso además de los 4,77 euros que cuesta diariamente el menú escolar.
El Ejecutivo autonómico asegura que el dinero se destinará al mantenimiento del comedor, pero los padres creen que no será así y que con esta cantidad Cospedal intentará desprenderse de una de sus obligaciones, la de costear el funcionamiento de los colegios.
Se trata de un “impuesto revolucionario”, como lo definen las propias familias según indica el mencionado digital, que llega a pocas semanas de una cita en las urnas en la que Cospedal intentará salir reelegida presidenta de la Junta. Algo que se complica si se tienen en cuenta los múltiples frentes que tiene abiertos la dirigente ‘popular’.