La red social ha incluido el dispositivo de realidad virtual en su programa de ‘cacería de bugs’, por el que el año pasado pagó un total de 1,25 millones de dólares a quienes informaron de ‘bugs’ de sistema en sus productos. El casco de realidad virtual ahora en manos de Facebook, Oculus Rift, aún se encuentra en fase de desarrollo y la red social quiere evitar que el dispositivo salga al mercado con algún fallo de programación o de sistema: se juega mucho ante las Google Glass. Por eso, ha decidido recompensar a aquellos que encuentran algún error en el aparato.
La plataforma ha incluido Oculus Rift en su programa de ‘Cacería de bugs’, según informa el portal especializado The Verge. Esta iniciativa anima a programadores y personas con altos conocimientos de informática y desarrollo a buscar fallos en el sistema a cambio de una suculenta suma de dinero.
Las informaciones apuntan a que la recompensa mínima a quien encuentre un ‘bug’ en el dispositivo de realidad virtual será de 500 dólares (algo más de 375 euros), una cantidad que podría aumentar considerablemente dependiendo de la magnitud del error (no hay una cifra máxima). Mediante este programa de búsqueda de fallos, la red social entregó tan solo el año pasado cerca 1,5 millones de dólares (unos 1,25 millones de dólares).
La compañía de Mark Zuckerberg cerró a finales del mes pasado la compra de Oculus VR, la ‘start up’ desarrolladora de Oculus Rift, por 2.000 millones de dólares (cerca de 1.500 millones de euros), aunque la operación se dio a conocer ya en el mes de marzo. El dispositivo está en pruebas y se ofrece el kit de desarrollo a los interesados en crear aplicaciones compatibles.
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