Los sellos ‘indies’ se alían con Pandora para retar a las radios comerciales

La compañía de ‘streaming’ negociará directamente los royalties con los artistas y compartirá sus datos de difusión territorial. De momento, sólo ha sucedido en EEUU, pero la alianza fraguada por Merlín, el ‘pool’ de derechos de las disqueras ‘indies’ que representa, más o menos, el 10% del mercado mundial, y Pandora, el mayor servicio de ‘streaming’ de EEUU con 76 millones de usuarios activos, puede representar, según la visión de algunos expertos, un paso decisivo en la configuración futura del negocio de la música.

Esa es la opinión, por ejemplo, los analistas consultados por el portal especializado ‘The Street.com’, que aplaudieron a finales de semana el acuerdo, a pesar de que no se han desvelado aún los detalles financieros concretos y que, general, manifiestan un sentimiento positivo, tras el pacto, sobre la evolución futura de la compañía en Wall Street.

De hecho, el precio de la acción experimentó una subida cercana al 3% en ese tiempo y parece haberse estabilizado en el entorno de los 25 dólares, siete más que su mínimo del año, alcanzado hace poco, aunque 15 menos que los 44 que llegó a costar en febrero.

Lo que sí se sabe es que, mientras otros servicios de streaming como ‘Music Pass’, el enésimo proyecto de Google para entrar en este negocio, parecen ir de la mano de las tres grandes ‘majors’ del negocio discográfico (Universal, Warner y Sony) y habrían presionado a Merlin, con amenazas como retirar los videos de sus artistas de YouTube, Pandora ha optado por la estrategia contraria.

¿Acaso es posible captar de verdad a los buenos aficionados sin contar con la música de Tom Waits, Bad Religion o Vampire Weekend, por ejemplo? Eso parecen pensar los gestores de Google. Pero no, los servicios de streaming musical que saben lo importante que resulta disponer de un catálogo lo más completo posible en estos momentos.

Pero Merlín y Pandora han dado un paso más. Van a compartir información. Y territorializada. En los tiempos actuales, para un grupo independiente puede ser un verdadero tesoro saber en qué ciudades tienen más oyentes, por ejemplo. Así es más fácil planificar una gira, elegir su formato y rentabilizar el trabajo.

¿Pero pagará Pandora menos en concepto de royalties que ahora? Aunque ese es uno de los secretos mejor guardados del pacto, los representantes de Merlin han negado ese extremo. Aseguran que nunca hubieran firmado un acuerdo que hubiera supuesto una reducción de ingresos para los más de 20.000 sellos independientes cuyos derechos representan.

Pero, es obvio que Pandora persigue desde hace tiempo un recorte en la facture de sus pagos por royalties que, en los primeros seis meses del año supuso 219,7 millones de dólares (164,38 millones de euros), algo más del 50% de los ingresos que sumaron en el mismo periodo 413,2 millones de dólares (309,01 millones de euros).

Aunque una de las partes más inquietantes del pacto, al menos para las poderosas radios locales estadounidenses, es la intención de los nuevos ‘socios’ que usar conjuntamente sus estrategias de marketing, incluso ‘territorializadas’, para reducir costes.

Hoy por hoy, resulta costoso y hasta difícil para los grupos independientes ser programados en determinadas emisoras. A veces, en las que necesitan para llenar el ‘bolo’ de la noche. Quizá Pandora pueda ayudarles en ese campo. ¿Y obtener una rebaja a cambio de sus servicios?

Mientras tanto, la batalla entre Pandora y las tres grandes ‘majors’ de la industria discográfica sigue su curso en los tribunales estadounidenses. Como informa, ‘Los Angeles Times’, aún no se ha resuelto la demanda planteada por las compañías contra el servicio de ‘streaming’ a cuenta de los royalties que consideran no abonados correspondientes a grabaciones realizadas antes de 1972.

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