Categorías: Economía

‘Guerra’ por el cobalto: Apple, BMW y Volkswagen no quieren quedarse sin metal para baterías

El cobalto es un material esencial en las baterías que incorporan los ‘smartphones’, las tablets o los coches eléctricos, pero sus reservas escasean y buena parte de ellas se encuentran en la República Democrática del Congo, un territorio en permanente conflicto. Ante el esperado ‘boom’ de los vehículos limpios, se ha convertido en la materia prima más preciada, en el nuevo petróleo, y ningún fabricante quiere quedarse sin metal para poder alimentar sus productos. Se está desencadenando una auténtica ‘guerra corporativa’ para poder garantizarse el mayor suministro de cobalto posible.

Apple, uno de los mayores consumidores finales de cobalto, está negociando para asegurar varios miles de toneladas métricas anuales de la ‘commoditie’ para sus iPhone y iPad durante un periodo de al menos cinco años. Aunque la compañía de la manzana mordida no fabrica las baterías de sus dispositivos, según Bloomberg ha decidido iniciar conversaciones para el suministro directamente con las empresas mineras.

Cada teléfono requiere tan solo unos 8 gramos de cobalto refinado, pero los de Cupertino venden cientos de millones de iPhone cada año en todo el mundo. En 2016 la compañía sobrepasó la barrera de los 1.000 millones de ‘smartphones’ vendidos, desde su nacimiento en 2007.

Pero no es la única empresa preocupada por el futuro del cobalto. La semana pasada, varios medios aseguraban que BMW estaba ultimando un acuerdo para asegurar el suministro durante diez años de cobalto y litio para sus coches eléctricos. El fabricante de automóviles alemán fue uno de las primeras grandes compañías en apostar por el vehículo eléctrico.

También su competidor Volkswagen, el mayor fabricante de coche del mundo, busca un acuerdo similar que le garantice la disponibilidad del metal a largo plazo. Ha mantenido conversaciones con Glencore, uno de los gigantes del sector, pero las últimas informaciones aseguran que las conversaciones están en ‘stand by’ y no han llegado a un pacto.

Se estima que una cuarta parte de la producción actual de cobalto se utiliza para la producción de baterías para teléfonos inteligentes, pero las necesidades de los vehículos eléctricos, cuya fabricación ha empezado a despegar, son mucho mayores. Una batería para estos coches requiere mil veces más cobalto que las de los ‘smartphones’.

El miedo a que no haya materia prima suficiente para tanto automóvil eléctrico está disparando además los precios del metal. Según un estudio del Foro Económico mundial, el cobalto se ha revalorizad un 120% en el último año, convirtiéndose en la ‘commoditie’ más codiciada de 2017. Hasta hace unos años, el cobalto se usaba principalmente para teñir de azul oscuro las cerámicas, pero ahora está presente en muchos de los productos más populares.

La polémica en torno a las minas de cobalto

Alrededor de dos tercios de las reservas del mineral se encuentran en la República Democrática del Congo y se extraen en muchos casos de pequeñas minas sin control e improvisadas. En 2016, Amnistía Internacional publicó un informe en el que denunciaba el trabajo infantil, los accidentes y los riesgos para la salud en estos lugares. Empresas como Apple, Samsung Electronics, Dell, Microsoft, BMW, Renault y Tesla se vieron salpicadas.

En noviembre del año pasado, la organización volvió a publicar otro informe para analizar si las compañías señaladas habían tomado medidas sobre la explotación infantil de sus suministradores. Solo Apple y Samsung SDI, compañía fabricante de baterías del gigante surcoreano, tomaron medidas adecuadas. Otras habían adoptado algún tipo de medida al respecto, mientras que Microsoft, Lenovo, Renault, Vodafone o Huawei, no hicieron nada al respecto.

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‘Guerra’ por el cobalto: Apple, BMW y Volkswagen no quieren quedarse sin metal para baterías

E.B.

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