Fernández Díaz, Cifuentes, Rato, y ahora Granados: la UCO acumula enemigos en el PP

“Yo he distinguido siempre muy bien a los amigos de compañeros de partido”, ha defendido Francisco Granados, exnúmero dos de Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid, y que ha abandonado la cárcel tras dos años y ocho meses de prisión preventiva por el caso Púnica.

Granados ha salido de Estremera decidido a dinamitar toda información vertida en los medios contra su persona, y también los informes que le enviaron a una prisión incondicional tan elevada: “Yo con Marjaliza no tengo ninguna relación societaria, me quedé con el sanbenito de ser su socio”, ha defendido hoy en una entrevista en Telecinco.

“La presunción de inocencia se quiebra cuando aparece la UCO (Unidad Central Operativa de la Guardia Civil) en la puerta de tu casa. Me dolió especialmente en Esperanza porque me conoce, conoce a mi familia, conoce cómo vivo, y es consciente de que yo he trabajado con absoluta honradez y dándolo todo. Pero atribuyo esas declaraciones a esto de matar inmediatamente al compañero para sacar rédito personal”, ha lamentado el ex vicepresidente de la Comunidad de Madrid sobre las declaraciones de Aguirre distanciándose de él y asumiendo su culpabilidad en la trama corrupta.

“Se han fabricado informes falsos en masa”, afirma, haciendo referencia a las quejas de la unidad policial: “En la UCO dicen que se siente amenazados, y que trabajan. Yo lo que conozco de la UCO es que hay determinadas personas de la Guardia Civil que se han inventado una serie de grabaciones ilegales”. Y critica que, mientras tanto, “en el caso Guateque haya 30 personas absueltas, o que en el caso de Rato se le haya absuelto de blanqueo después de oír como un funcionario de aduanas lo confirmaba”, ha relatado en la entrevista.

Precisamente Rodrigo Rato, otro exvicepresidente pero en este caso del Gobierno central, arremetía ayer contra la Fiscalía Anticorrupción en el marco de la investigación abierta en el Juzgado de Instrucción número 31 de Madrid por el origen de su patrimonio familiar, y le reprochaba que acoja las «disparatadas» conclusiones de la UCO.

Al también expresidente de Bankia el informe policial le acusa de blanquear dinero mientras estuvo en el Gobierno; según Rato, la Fiscalía lo acoge sin hacer «la más mínima labor de contraste» y con una «absoluta falta de rigor».

Con mucha más mano suave pero igualmente en un sentido crítico, Cristina Cifuentes salía al paso del informe de la UCO que pide investigarla por los presuntos delitos de prevaricación y cohecho en relación a las adjudicaciones del servicio de cafetería, cocinas y comedores de la Asamblea de Madrid al empresario Arturo Fernández en los años 2009 y 2011. Y criticaba, hace un mes, que se diese “pábulo” a los informes de la Guardia Civil, un relato «sin fundamento jurídico» según sus palabras.

Hace también unos días, los propios agentes del cuerpo policial se quejaban de que solo se cuestione a la UCO cuando persigue a políticos y empresarios. La Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) manifestaba su indignación por la “doble vara de medir” con la UCO, a la que se ensalza cuando “desarticula bandas de atracadores, detiene a asesinos o incauta drogas o armas” y se cuestiona su labor si sus agentes “se dedican a perseguir el delito de guante blanco, el que cometen en su mayoría empresarios y políticos”.

En este sentido, el sindicato de agentes recordaba que el año pasado el entonces ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, “minimizó” el informe de la Guardia Civil que relacionaba con la trama ‘Púnica’ al presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, afirmando que la información de la UCO estaba llena de “presuntos, eventuales y posibles”.

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