Bandera de Italia
El pasado jueves, la Comisión Europea daba un ‘pescozón’ al Gobierno de Pedro Sánchez al poner en duda las previsiones de ingresos de los nuevos impuestos anunciados. Pero si para el Ejecutivo comunitario España no reducirá su déficit público ni mucho menos al ritmo previsto, en el caso de Italia directamente se disparará por encima del 3%, lo que se traducirá en que por primera vez desde 2006 España contará con unas arcas más saneadas que Italia.
De acuerdo con las previsiones de la Comisión Europea, el déficit público español alcanzará este año el 2,7% del PIB, en línea con las estimaciones del Gobierno, aunque cinco puntos por encima del 2,2% que pactó el anterior Ejecutivo de Mariano Rajoy con las autoridades europeas. En lo que se refiere a 2019, Bruselas estima un saldo negativo correspondiente a un 2,1% del PIB, tres décimas por encima del objetivo del Gobierno y ocho con respecto a la meta pactada. Para 2020, el déficit se habrá reducido al 1,9% del PIB.
Las previsiones para España palidecen ante las que Bruselas ha presentado para Italia, en donde el déficit irá incrementándose año a año: un 1,9% del PIB en 2018; un 2,9% del PIB en 2019, cinco décimas por encima de los polémicos planes presupuestarios presentados por el Gobierno italiano; y un 3,1% del PIB en 2020, por encima de los criterios de Maastricht.
De confirmarse estas previsiones se produciría un cruce de caminos entre Italia y España que no se veía desde antes del estallido de la crisis. De hecho para ver a España con un déficit inferior al de Italia hay que remontarse a 2006: ese año, las arcas públicas españolas registraron un agujero de un 2,20% del PIB, mientras que en Italia la cifra se situó en el 3,5%.
Desde entonces, España entró en una espiral de gasto público en la que llegó a disparar el déficit hasta el 10,95% del PIB antes de empezar a reducirlo, mientras que en Italia el máximo que se alcanzó fue del 5,20%.
Sin embargo, el Gobierno al alimón de Movimiento Cinco Estrellas y Liga Norte en Italia ha supuesto un vuelco a la situación, lo que ha provocado un fuerte enfrentamiento con las autoridades europeas que la publicación de las últimas previsiones no ha ayudado a mejorar. “Lamentamos tener que dar cuenta del fallo técnico de la Comisión”, ha señalado el ministro de Finanzas italiano, Giovanni Tria, en un comunicado en el que ha criticado “un análisis inadecuado y parcial” por parte de Bruselas.
“El hecho es que el Parlamento italiano ha autorizado un déficit máximo del 2,4% para 2019 que el Gobierno, por lo tanto, está comprometido a respetar”, ha apostillado.
Pero los mercados parecen creer más a Bruselas que a Roma. Poco después de la publicación de las previsiones, la prima de riesgo italiana, medida por el diferencial entre la rentabilidad del bono a diez años italiano y la de su homólogo alemán, volvía a acercarse a los 300 puntos. El bono de referencia italiano escalaba hasta un rendimiento del 3,418%.
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