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Es un replanteamiento estratégico

Democracia

intereses espurios y otras carencias ¡Mucho cuidado!

Vamos a decirlo claro

Una “transición” de un autoritarismo, por ejemplo, a un gobierno montado sobre la discrecionalidad política y el juego de intereses entre sectores, no es rigurosamente una transición a la democracia. ¡Dije rigurosamente!

La diferenciación la marca la calidad del proyecto transicional

Lo primero: su integralidad, en dos sentidos. Lo que hoy se cumple en dos fases: transición y consolidación, pasa a ser un único proceso; al cual, además, se le exige su permanencia o mantenimiento.

También vale el modelo de base

Lo segundo y lo tercero: El punto no es solo político. Ni solo político y económico. El proceso es integral. Como dicho, referimos ocho (o más) procesos sectoriales. Y reconocemos y nos cuidamos de los procesos retrógrados.

De hecho, el contexto y los procesos actuales son retrógrados

El contexto hay que verlo como amenaza. Las transiciones progresivas tienen en ese asunto un dato adverso. Los procesos retrógrados representan debilidades o tendencias contrarias a las necesarias para el cambio sustancial necesario.

Por lo demás, los procesos retrógrados contienen elementos de riesgo

El mundo enfrenta la realidad de un deslizamiento: autoritario, en casos; neoestalinista, en otros; con posibilidad de liderazgo económico mundial y ventajas impropias intencionales para disputar el liderazgo global

No son factores a desatender

Agréguese el descuido o desdén de la trama global democrática y podría complicarse la prospectiva. Los “buenos” no están actuando bien para el rescate del liderazgo de las iniciativas pro democracia, mercado, bienestar, instituciones y más.

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