Las acciones de Tesla acumulan una caída de en torno al 20% desde justo antes de que su fundador y CEO, Elon Musk, anunciara en una serie de mensajes en Twitter sus planes para excluir a la compañía de Bolsa, a un precio de 420 dólares por título (una prima del 22% respecto a su precio de cotización de entonces). Pero estos ‘tuits’ pueden resultar aún mucho más caros para los accionistas del fabricante de coches eléctricos: si Musk se ve obligar a abandonar la empresa tras las acusaciones de fraude de la SEC, Tesla podría borrar cerca de la mitad de su capitalización de marcado actual.
Así lo asegura el analista Brian Johnson, de Barclays, que sostiene que los títulos de la empresa automovilística cuentan con una “prima Musk” de 130 de dólares por expectativas sobre el éxito del ejecutivo de Silicon Valley que podrían disiparse en el caso de que tenga que dejar el timón. Actualmente, las acciones de Tesla rondan los 270 dólares, por lo que la pérdida supondría casi el 50% de su valor en Bolsa.
La demanda del regulador del mercado estadounidense (la SEC, por sus cifras en inglés), presentada el pasado jueves ante un tribunal neoyorquino, afirma que Musk se comportó de forma “temeraria”, que su tuit era falso y engañoso, y que con este anuncio dañó a los inversores de Tesla. La acción de la SEC podría desembocar en la salida del ejecutivo de Tesla (ya sea de forma permanente o temporal) e incluso en su inhabilitación para ejercer el mando en una empresa cotizada.
Aunque la mayoría de las firmas de análisis han mantenido, de momento, su valoración sobre las acciones de Tesla, han advertido de los problemas de confianza sobre la compañía y su posible impacto en la demanda de coches y en la cotización.
“Vemos el potencial de un sentimiento negativo para impactar la demanda y la moral de los empleados”, aseguran desde Morgan Stanley, mientras que JP Morgan cree que las noticias afectarán a la capacidad de la compañía para recaudar fondos. Por su parte, Citigroup ha rebajado su consejo a ‘neutral’.
“Estoy considerando sacar a Tesla de la Bolsa a 420 dólares (la acción). La financiación está asegurada”, escribía Musk en Twitter el pasado 7 de agosto, desconcertando a inversores y analistas de Wall Street. Ese tuit no fue el único, el ejecutivo amplió algunos detalles de la operación en mensajes posteriores y afirmó que los actuales accionistas de la compañía podrían permanecer en la firma, pero de forma privada, o vender sus títulos al precio de 420 dólares por acción. Según explicó, su propósito era que todos los accionistas permanecieran en la firma una vez que esta deje de ser pública (que deje de cotizar en Bolsa), lo que le daría más libertad para seguir ahondando en su crecimiento. Afirmó posteriormente que la financiación para la operación estaba asegurada.
La reacción del mercado a tan inesperado anuncio no tardó en llegar: el día del tuit las acciones del fabricante de coches empezaron a subir como la espuma. Sin embargo, esas ganancias de borraron pronto ante las dudas respecto al plan.
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