Internacional

El impuesto de sociedades global despierta recelo en los países en vías de desarrollo

La ambiciosa propuesta de Washington gravaría a 100 de las mayores empresas del mundo por los beneficios obtenidos en países en los que tienen poca o ninguna presencia física, pero en donde obtienen importantes ingresos. El movimiento intenta poner fin a las prácticas de las empresas que se valen de países con baja tributación para canalizar sus beneficios.  Pero estas empresas pasarían a pagar la mayor parte de sus impuestos en el país donde tienen su sede, incluso si sus beneficios -y en muchos casos la mano de obra y las materias primas utilizadas- proceden de países en desarrollo, según se quejan altos diplomáticos y lobbys en declaraciones a Financial Times.

También preocupa que muchos países en desarrollo no participen en las negociaciones sobre la propuesta en la OCDE y que el acuerdo final no refleje sus intereses.

“Lo que entiendo, con las normas que se están elaborando actualmente, es que los países en vías de desarrollo pueden no obtener casi nada”, reflexiona al diario británico Mathew Gbonjubola, embajador de Nigeria ante la OCDE.

El diplomático apoya los esfuerzos para que las grandes empresas paguen más impuestos. “Cuantos menos incentivos fiscales ofrezcan los países en desarrollo, más podrán retener los ingresos necesarios para su desarrollo y menos dependerán de los préstamos o la ayuda”, señala. Sin embargo, advierte de que “es lógico y moral que los países de origen, desarrollados o en vías de desarrollo, tengan el derecho de rechazo antes de que [los ingresos fiscales] pasen a los países de residencia [de las empresas]”.

Asimismo, Gbonjubola critica que EEUU “no ha aportado el razonamiento económico” para centrarse solo en 100 empresas. Este enfoque supone una reducción de las propuestas de la OCDE, que habrían abarcado a miles de empresas. “El punto de diferencia más importante entre las economías avanzadas y los países en desarrollo es el umbral que determina cuántas empresas se incluyen”, abunda Sybel Galván, embajadora de México ante la OCDE.

Rajat Bansal, miembro del Comité de Expertos en Cooperación Internacional en Materia Fiscal de la ONU, cree que establecer un umbral que capte sólo a las empresas más grandes significaría que “en última instancia, bastantes de los contribuyentes potenciales no estarían cubiertos”.

El Foro Africano de Administración Tributaria (ATAF por sus siglas en inglés), que asesora a los gobiernos del continente, pide además un enfoque escalonado en el que los umbrales se fijen en niveles más bajos para las economías más pequeñas. “No creemos que un umbral único para todas las economías sea equitativo”. También le preocupa que en las largas y complejas negociaciones los países más pobres no luchen por sus derechos. “Aunque tienen un asiento en la mesa, les resulta difícil seguir el ritmo… Puede que en África no haya un alto nivel de conciencia política sobre esta cuestión y sobre lo importante que es [la propuesta]”.

ONU Vs OCDE

Los planes de Biden llegan además en un momento en que varias grandes economías en desarrollo participan en un esfuerzo rival en la ONU para desarrollar un régimen fiscal internacional, que se centraría específicamente en las empresas de servicios digitales. La iniciativa está motivada por el descontento ante la escasa cantidad de impuestos que pagan los gigantes tecnológicos estadounidenses en muchos países donde obtienen grandes beneficios.

“Parece que hay una extraña competencia entre la ONU y la OCDE”, explica Tove Maria Ryding, responsable de política y defensa de la Red Europea de Deuda y Desarrollo. “La ONU está estudiando el desarrollo de impuestos sobre los servicios digitales y la OCDE está tratando de deshacerse de ellos” en favor de un régimen que se aplicaría a todas las industrias.

Existe también el temor de que sus intereses estén siendo dejados de lado. “Puedes llamar a las reglas globales, pero si la toma de decisiones no es verdaderamente global, ¿por qué los países que no han participado en la elaboración de las reglas van a firmarlas?”, se pregunta Ryding. “Los países más pobres del mundo corren de nuevo el riesgo de salir perdiendo en el reparto del pastel fiscal mundial, a pesar de que necesitan más que nadie los ingresos fiscales”.

Acceda a la versión completa del contenido

El impuesto de sociedades global despierta recelo en los países en vías de desarrollo

E.B.

El Boletín es un periódico digital independiente especializado en información económica, financiera y política, con casi tres décadas de historia. Fundado en 1992 por el periodista CARLOS HUMANES, en la actualidad lo edita Editorial Asesores de Publicaciones SCM, sociedad perteneciente al 100% a las personas que trabajan a diario en la redacción. Somos un grupo de periodistas que defiende un periodismo riguroso, honesto y abierto. Ni siglas ni partidos.

Entradas recientes

La burbuja de todo: cómo el dinero barato ha inflado todos los activos a la vez

Tras la crisis financiera de 2008 y el parón de la pandemia, la respuesta fue…

2 horas hace

Organizaciones ecologistas denuncian que la COP30 no avance en combustibles fósiles ni deforestación

Las principales organizaciones ecologistas y de derechos humanos han reaccionado con dureza al resultado de…

3 horas hace

Mueren 24 palestinos en nuevos ataques durante la jornada en Gaza

Las autoridades palestinas han señalado que las cifras podrían aumentar en las próximas horas debido…

4 horas hace

¿Cuáles son las 10 ciudades que encabezan la escena «veggie» en España?

En un país que lleva el jamón como estandarte, no es difícil imaginar que un…

4 horas hace

España activa protocolos diplomáticos de urgencia ante la alerta por Venezuela

La activación de estos protocolos diplomáticos buscarían garantizar la protección del personal español desplegado en…

5 horas hace

La COP30 aprueba el acuerdo Global Mutirão para acelerar la acción climática sin metas obligatorias

 La aprobación del nuevo acuerdo global en la COP30 de Belém ha reforzado el impulso…

5 horas hace