Es una cuenta pendiente desde hace muchos años. El medio ambiente es necesario cuidarlo y empresas e instituciones están haciendo todo lo posible para que la sostenibilidad ecológica sea lo más eficiente posible. En pleno 2017 todo el mundo tiene la conciencia clara de que hay que cuidar el planeta y todas las instrucciones que deben realizar las distintas fracciones de la industria están enfocadas a ello.
Durante esta época se han llevado a cabo una multitud de leyes para castigar a las empresas más contaminantes con el objetivo de que puedan llegar a tratar de una forma mejor la atmósfera. Entre estas podemos encontrar las siguientes:
– Ley 26/2007, de 23 de octubre, de Responsabilidad Medioambiental: Los operadores tiene la responsabilidad de evitar los daños medioambientales.
– Ley de Aguas, aprobada por Real Decreto Legislativo 1/2001: Las industrias que originen vertidos tendrán que tener una autorización.
– Ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados: Gestiona los residuos y suelos contaminados.
– Ley 11/1997, de 24 de abril, de Envases y Residuos de Envases: Afecta a los agentes cuya producción se basa en productos envasados.
– Ley 37/2003, de 17 de noviembre, del Ruido: Pone duras sanciones a las empresas que superen el umbral de ruido.
– Ley 21/2013, de 9 de diciembre, de evaluación ambiental: Determina la capacidad ambiental de un proyecto determinado.
– Ley 16/2002, de 1 de julio, de Prevención y Control Integrados de la Contaminación
– Ley 34/2007, de 15 de noviembre, de calidad del aire y protección de la atmósfera
– Ley 1/2005, de 9 de marzo, por la que se regula el régimen del comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero.
– Ley 8/2010, de 31 de marzo: Se establecen sanciones a las empresas dedicadas al sector químico.
Una de las empresas que hace una oda a la sostenibilidad ecológica en nuestro país es Abel Linde Gases Industriales, que es la representante española de The Linde Group, una empresa de gran envergadura dedicada a la extracción, distribución y venta de gases para la industria.
Esta empresa no sólo se dedica de manera activa a minimizar la huella de carbono de sus operaciones en el mundo entero, sino que también aporta tecnologías y gases que le ayudarán al cliente a minimizar (e incluso eliminar) las emisiones peligrosas. Aquí lo primordial es preocuparse por el uso responsable de los recursos naturales, el desarrollo de tecnologías limpias y la sustitución de las sustancias dañinas por alternativas más ecológicas. Para ello se realizan una serie de actividades como:
– La certificación de la instalación, por ejemplo mediante la ISO 14001.
– Medidas para reducir el consumo energético.
– Reducción de los gases de efecto invernadero y otras emisiones a la atmósfera, directas o indirectas.
– Gestión de residuos.
– Gestión ecológica del consumo de agua y del tratamiento de aguas residuales.
– Reducción del consumo de materiales (metal, materiales de embalaje).
Gracias a estas actividades, una empresa industrial puede cumplir sus objetivos económicos y además cumplir con otros más importantes: la protección del medioambiente que a día de hoy es algo primordial en nuestras vidas. Tanto en el presente como para el futuro.
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