La portavoz del Gobierno y ministra de Educación, Pilar Alegría, en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros. (Foto: Pool Moncloa/José Manuel Álvarez)
Tras el Consejo de Ministros, Alegría reiteró que el plan del Ejecutivo pasa por presentar “PGE 2026” y hacerlo desde el realismo: con “diálogo” y “acuerdo” como hoja de ruta en el “Congreso de los Diputados”. El contexto obliga. Las cuentas de 2023 se han prorrogado dos ejercicios seguidos y los “fondos europeos” han operado como carril complementario para sostener políticas mientras se buscan apoyos
La ministra evitó “adelantar escenarios” sobre la tramitación y la votación, pero subrayó que el calendario del Gobierno sigue vigente: registrar un proyecto con foco social y capacidad de ejecución. En este marco, Moncloa se mueve con un esquema que ya conoce: conversaciones discretas, compromisos por áreas y una geometría variable que permita asegurar mayorías puntuales.
El Gobierno mantiene el registro de “PGE 2026” y condiciona su éxito a amarrar acuerdos sector a sector
El tablero de la XV Legislatura blinda pocas certezas. La “minoría parlamentaria” convierte cada medida en una negociación nueva. El Ejecutivo necesita a sus aliados habituales y, en particular, sintonía con fuerzas que han elevado el listón: desde la “financiación autonómica” y la “financiación singular” para Cataluña hasta demandas regulatorias o sociales que marcan el perímetro de cualquier pacto.
Mientras se buscan apoyos, los “fondos europeos” han funcionado como palanca para inversiones y reformas, mitigando algunos efectos de la prórroga. Este “otro carril” no sustituye unas cuentas nuevas, pero ha permitido mantener el pulso de proyectos estratégicos y aliviar tensiones presupuestarias en ámbitos como transición energética, digitalización o cohesión territorial.
Los “fondos europeos” han sido un colchón operativo pero no reemplazan la necesidad de un Presupuesto completo
Más allá del número final, el Gobierno se juega credibilidad de gestión y horizonte político. La aprobación enviaría una señal de estabilidad; un nuevo atasco prolongaría la excepcionalidad. La secuencia inmediata pasa por el techo de gasto, el detalle del proyecto y una ronda intensa con grupos que aspiran a imprimir su sello en partidas clave de “infraestructuras”, “política social” y “fiscalidad” sumario: el resultado de los “PGE 2026” marcará el tono del curso político y la capacidad de la coalición para agotar la legislatura
Año | Estado presupuestario | Clave política |
---|---|---|
2023 | Aprobado | Base de ejecución para ejercicios posteriores |
2024 | Prórroga del de 2023 | Negociación sin mayoría suficiente |
2025 | Segunda prórroga del de 2023 | Continuidad con ajustes y uso de “fondos europeos” |
2026 | En preparación | Registro comprometido; negociación “voto a voto” |
El Ejecutivo llega a septiembre con la determinación de presentar “PGE 2026” y el realismo de un mapa de apoyos exigente. En la práctica, la viabilidad dependerá de casar prioridades territoriales y sociales con un marco fiscal creíble. La puerta está abierta; la aritmética, por cerrar.
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