Los 100 millones estarán repartidos en tres programas de ayudas, CE-Aprende, CE-Planifica y CE-Implementa, cuyo proceso de audiencia e información pública se abrirá de forma inminente y contribuirán a acelerar la consecución de los objetivos climáticos y servirán para catalizar la participación ciudadana en la transición energética.
La vicepresidenta ha explicado, durante la clausura del acto «Comunidades energéticas: participación ciudadana en la transición energética» celebrado en Crevillent (Alicante), que «cada día es más evidente que los ciudadanos y las pymes quieren participar en el modelo energético como lo hacen en otros ámbitos de la sociedad».
Durante su intervención, Ribera ha enfatizado la importancia de las comunidades energéticas locales: «tienen muchas ventajas, porque aportan energía de proximidad y beneficios de proximidad. Además rebajan los gastos energéticos de los socios y del ámbito municipal».
Los tres programas de gestión centralizada se complementarán con una red de Oficinas de Transformación Comunitarias que, coordinadas por el IDAE y repartidas por todo el territorio, acompañarán y asesorarán a las comunidades energéticas en toda su cadena de desarrollo y facilitarán el acceso a cada línea de ayudas.
La selección de los proyectos tendrá en cuenta factores como el grado de innovación, niveles de participación social de la iniciativa, beneficios sociales, contribución a la lucha contra la pobreza energética, generación de empleo o perspectiva de género, así como la combinación de distintas actuaciones como el impulso de renovables, la eficiencia energética y la movilidad sostenible.