CaixaBank se anotó un beneficio atribuido de 1.684 millones de euros en 2017, un 60,9% más que en el ejercicio anterior, según ha comunicado la entidad, que ha destacado que es además el mayor resultado anual de su historia. Sólo en España, las ganancias del banco aumentaron un 44,1% hasta los 1.508 millones.
La evolución del año vino marcada por la consolidación por integración global de los resultados de BPI desde febrero, que impacta en los principales epígrafes de la cuenta, con una contribución a los resultados de 176 millones, así como por la actividad comercial de la entidad.
El margen bruto subió un 5,1% hasta los 8.222 millones (+5,1%) por la mayor generación de ingresos básicos del negocio bancario (margen de intereses, comisiones e ingresos del negocio de seguros), ha señalado la entidad, que destaca que el 96% de los ingresos procedieron de la actividad bancaria básica, tras la menor actividad por operaciones financieras (-66,7%) y la menor contribución de las participadas (-21%). La rentabilidad del grupo mejoró desde diciembre 280 puntos básicos y se sitúa en el 8,4%, ligeramente por debajo del objetivo de entre el 9% y el 11%.
El margen de intereses alcanzó los 4.746 millones de euros, un 14,2% más, impulsado por la incorporación del negocio de BPI, que aporta un 9,1% de crecimiento. Los ingresos por comisiones alcanzan los 2.499 millones de euros, un aumento del 19,5% también en gran parte por la aportación del banco portugués, pero también por una mayor transaccionalidad y una mayor actividad debido a la fortaleza en los negocios de gestión de activos y de previsión.
BPI provocó, no obstante, que los gastos de administración y amortización recurrentes aumentasen un 11,8% hasta los 4.467 millones de euros, aunque en perímetro homogéneo registraron un aumento de apenas un 1%.
Los ingresos de la cartera de participadas se situaran en 653 millones (-21%) reflejo, entre otros, del menor dividendo de Telefónica, cambios de perímetro y la venta del 2% de la participación de BPI en BFA (-97 millones atribuidos) registrado en enero antes de la toma de control. En el cuarto trimestre, menores resultados atribuidos derivados de la participación de BPI en Angola.
En cuanto a la calidad del crédito, la ratio de morosidad se situó en el 6%, por debajo del 6,9% del ejercicio anterior y de la media del sector, con una ratio de cobertura que pasa del 47% en 2016 al 50% en 2017. El saldo total de dudosos ascendió a 14.305 millones de euros.
Respecto a la solvencia, la ratio de CET 1 ‘fully loaded’ alcanzó el 11,7% a cierre del ejercicio, en línea con el rango fijado en el plan estratégico, que se situaba entre el 11% y el 12%, y frente al 8,75% de los requerimientos del supervisor. Los activos líquidos totales del grupo se situaron en 72.775 millones de euros. Durante el ejercicio se reforzó la posición de liquidez del grupo, con un Liquidity Coverage Ratio (LCR) del 202%, muy por encima del mínimo requerido del 100% a partir del 1 de enero de 2018.
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