Banco Central Europeo
«Tener en cuenta los datos significa que una subida de 50 puntos básicos no es descartable», ha asegurado Schnabel, que ha avanzado también que la tasa terminal de tipos de interés dependerá de la información que reciba la institución.
Por su parte, la germana ha considerado que la inflación comenzó siendo un desajuste por la parte de la oferta fruto de cuellos de botella y repuntes en los precios de la energía. Ahora, sin embargo, «los factores por la demanda están cobrando importancia».
Además, esta ha confirmado que aunque «la inflación general esté cayendo con relativa rapidez por la contención en los precios de la energía, la subyacente continúa sorprendiendo al alza». Por este motivo, ha confirmado que «está claro que se necesitarán más subidas de tipos», si bien su cuantía estará determinada por las circunstancias.
«Si estuviésemos ante una inminente crisis financiera, esto, por supuesto, no podría ignorarse. Las crisis financieras son desinflacionarias», ha explicado, no sin antes asegurar que «no ve motivos para anticipar una recesión [en la zona euro] en estos momentos».
Así, Schnabel sostiene que «la estabilidad financiera es una precondición para la estabilidad de precios, y viceversa», por lo que ha resaltado la importancia de la regulación financiera, máxime cuando la autoridad monetaria de la eurozona no dispone «de las herramientas necesarias para procurar un sector financiero sólido y seguro», sino que «esa labor debe ser realizada por los reguladores y supervisores».
La próxima revisión de los tipos por parte del BCE tendrá lugar el 4 de mayo de 2023.
De su lado, Schnabel también ha valorado la reactivación de la economía china, «que tendrá su impacto en el crecimiento mundial, y, por tanto, en la inflación». Esto se materializará en el corte plazo.
Después, la economista alemana cree que la fragmentación geopolítica, «que tiene un impacto en la política monetaria por afectar a la tasa natural de interés y a la inflación», es un factor de largo plazo.
De opinión similar es Fabio Panetta, también miembro del Comité Ejecutivo del BCE, y que ha sostenido este lunes que las tensiones geopolíticas podrían afectar negativamente al crecimiento económico y a las tasas de inflación.
«Los ‘shocks’ geopolíticos podrían derivar en una volatilidad persistente en cuanto a producción final e inflación, con importantes ramificaciones», ha dicho Panetta poniendo la invasión rusa como ejemplo de desestabilización de los mercados energéticos y de materias primas.
Además, el italiano ha avisado de que esta fragmentación podría afectar a la política monetaria del BCE. «La naturaleza cambiante de la globalización podría influir en la tasa natural de tipos de interés», ha concluido.
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