Coches estacionados
El acuerdo comercial alcanzado este verano entre Bruselas y Washington empieza a dar frutos concretos. La rebaja arancelaria a los automóviles, clave para fabricantes europeos como Volkswagen, BMW o Stellantis, llega acompañada de exenciones en otros sectores estratégicos. No obstante, el frente abierto con el acero y el aluminio amenaza con convertirse en la negociación más dura entre ambas potencias.
La publicación en el Registro Federal de EEUU confirma que los aranceles sobre automóviles y piezas de repuesto bajan al 15%, con efecto retroactivo desde el 1 de agosto. El comisario de Comercio de la UE, Maroš Šefčovič, celebró el avance tras una conversación con su homólogo estadounidense, Jamieson Greer, subrayando que el compromiso conjunto “va por buen camino”.
La medida incluye además exenciones para aeronaves, productos farmacéuticos y químicos, así como determinados recursos naturales. Con ello, la Casa Blanca busca rebajar la tensión tras semanas de desencuentros con Bruselas.
La reducción de aranceles ofrece un balón de oxígeno a la automoción europea en un momento de transición hacia el coche eléctrico
Pese a este avance, las conversaciones en torno al acero y el aluminio apenas comienzan. Ambos productos siguen gravados con un 50%, un golpe para un sector que ya arrastra sobrecapacidad, especialmente procedente de Asia.
En agosto, Washington amplió las tasas a más de 400 categorías de bienes que contienen estos metales, lo que generó inquietud en las industrias afectadas. Tanto la UE como EEUU han expresado su disposición a explorar fórmulas de cooperación, incluyendo contingentes arancelarios.
El acero y el aluminio europeos continúan bajo presión con un arancel del 50% que amenaza la competitividad del sector
Bruselas y Washington se han comprometido a trabajar conjuntamente para garantizar la seguridad de sus cadenas de suministro y frenar el exceso de producción mundial. Para Šefčovič, el siguiente paso es reforzar la “colaboración estratégica en el sector siderúrgico”, un mensaje que refleja la complejidad de este capítulo comercial.
Los próximos meses serán decisivos para determinar si la distensión alcanzada en el sector automovilístico se traslada también a la siderurgia y a la producción de aluminio, dos industrias clave tanto en Europa como en EEUU.
La negociación sobre el acero y el aluminio marcará el rumbo de la relación comercial transatlántica en 2026
Producto | Arancel anterior | Arancel actual | Observaciones |
---|---|---|---|
Automóviles y repuestos | 27,5% | 15% | Retroactivo desde el 1 de agosto |
Aeronaves | Variable | Exentos | Incluye piezas clave |
Productos farmacéuticos | Variable | Exentos | Selección de medicamentos |
Productos químicos | Variable | Exentos | Aplicación parcial |
Recursos naturales específicos | Variable | Exentos | Categorías limitadas |
Acero | 50% | 50% | Ampliado a 407 categorías |
Aluminio | 50% | 50% | Negociación en curso |
El alivio para el sector del automóvil contrasta con la incertidumbre que rodea al acero y al aluminio. Con los aranceles en vigor y la presión del exceso de capacidad asiática, la negociación entre EEUU y la UE definirá el rumbo de la política comercial transatlántica en los próximos meses.
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