El beneficio conjunto de Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia y Banco Popular cae con fuerza en el primer trimestre por los extraordinarios que las entidades se anotaron el año pasado. Los cinco grandes bancos españoles (Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia y el Popular) han presentado un beneficio conjunto en el primer trimestre del año de 2.330 millones de euros. La cifra representa una caída de un 35% respecto a las ganancias que se anotaron en el mismo período de 2013, poniendo de nuevo en duda la recuperación del sector, si bien es cierto que buena parte de las ganancias del año pasado correspondieron a extraordinarios.
Banco Santander, con un beneficio en los tres primeros meses del año de 1.303 millones, por encima de los 1.205 millones del año pasado, lidera una vez más los resultados del sector financiero. El grupo que preside Emilio Botín ganó un 8% más gracias a los mayores ingresos y las menores provisiones y costes. La cifra no incluye además las plusvalías netas obtenidas con la venta del 85% de Altamira (385 millones) y la colocación de Santander Consumer USA (730 millones de euros), que se destinaron a constituir un fondo pendiente de asignación.
Peor le han ido las cosas a su principal competidor, BBVA, que ganó de enero a marzo 624 millones de euros, un 64% menos que en el mismo período del año anterior, cuando se anotó unas ganancias de 1.734 millones gracias a las plusvalías de 1.245 millones de euros que se anotó por las desinversiones de activos no estratégicos. Sin contar los efectos de estos extraordinarios, el resultado se incrementaría un 18%.
Algo similar le ocurre a CaixaBank, que pasó de ganar 335 millones en el primer trimestre de 2013 a 152 millones en el mismo período de 2014, un 54,6% menos. Este fuerte descenso se explica por los extraordinarios que se anotó en el primer parcial del ejercicio pasado tras el efecto contable de la integración del Banco de Valencia y de Banca Cívica. La entidad que preside Isidro Fainé explicó que la evolución del resultado estuvo marcada por la elevada generación de ingresos recurrentes, la reducción de los gastos de explotación por las sinergias en las integraciones de las dos entidades en apuros, y un sostenido esfuerzo de dotaciones y saneamientos.
En el caso del Popular, el banco decidió hacer gala de prudencia y dotó 385 millones de euros en provisiones, con lo que el beneficio neto cayó un 39,5% hasta los 63 millones de euros (frente a los 104 del año pasado) a pesar de que los ingresos superaron los de los tres primeros meses de 2013.
Por último, el rescatado BFA-Bankia es uno de los que han supuesto una de las sorpresas positivas, al anunciar un beneficio atribuido de 188 millones, un 6,3% más que los 177 millones del primer parcial de 2013, y dejando cada vez más lejos las abultadas pérdidas del convulso año 2012. Tal y como señaló Javier Marín, consejero delegado del Santander, “cuanto más dinero gane Bankia, mejor para todos”.
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