La fusión de Unicaja y Caja España-Duero promete ser un camino tortuoso desde el punto de vista del ajuste de plantillas, a juzgar por los problemas con los que ambas entidades se están encontrando incluso antes de que se inicie la integración real, prevista para otoño de este año.
En Unicaja, los sindicatos Csica, CCOO y Secar iniciarán movilizaciones este sábado, coincidiendo con la asamblea general que celebrará la entidad, para protestar por el “incumplimiento de compromisos de Unicaja con los trabajadores sobre el acuerdo laboral de integración con Caja España-Duero”.
En una nota recogida por Europa Press, estas tres centrales indican que a un año de la firma del ‘Acuerdo Laboral de Integración en la entidad bancaria a constituir por Unicaja’, por la que se aseguraba a sus trabajadores que en los procesos de integración se negociaría un acuerdo laboral con garantía de empleo y respeto a los derechos adquiridos, la dirección de la entidad “incumple sus compromisos al plantear un recorte sustancial de las condiciones salariales como premisa para la viabilidad de un proyecto empresarial que el propio presidente da por sentado en todos los ámbitos”.
Los representantes de los trabajadores no entienden que Unicaja Banco “pretenda pagar parte de la factura de la integración con cargo a sus trabajadores sin atender la propuesta de ahorros de coste estructural que le plantea la representación laboral”, por lo que han reiterado su petición de entrevista con el presidente e iniciarán movilizaciones este fin de semana.
Estos sindicatos lamentan que la dirección de recursos humanos “ha comunicado a toda la representación sindical su negativa a reunir a la comisión de seguimiento del acuerdo de 26 de mayo, tal como le tenían solicitado”.
Mientras, la dirección del banco de Caja España-Duero (Banco Ceiss) y los representantes sindicales de UGT, CC OO y CSICA llegaron ayer noche a un acuerdo laboral que recoge varios recortes en los beneficios sociales de los trabajadores, incluida la reforma del seguro médico y la supresión de la cesta de Navidad.
En concreto, según publica El Norte de Castilla, el texto firmado ayer recoge una rebaja en el complemento de antigüedad, que desaparecerá en 2016; la reducción del número de perceptores del plus funcional, así como la creación de una comisión de seguimiento para el pago; la reforma del seguro médico, cuya póliza pagarán los empleados con una aportación de la empresa de 300.000 euros anuales (lo mismo que pone Unicaja). Además, se elimina la bolsa de vacaciones y la cesta de Navidad, aunque sí se mantendrán las ayudas de guardería del convenio.
El acuerdo fue firmado por UGT, CCOO y Csica, pero no contó con el apoyo de la Unión de Empleados de Ahoro (UEA).
De no haberse cerrado este acuerdo, la dirección de la entidad había amenazado con aplicar la reforma laboral aprobada en febrero por el Gobierno de Mariano Rajoy, que habría permitido a la entidad aprobar una modificación sustancial de las condiciones laborales de sus empleados de forma unilateral, aduciendo que se atraviesan condiciones económicas adversas.
La fusión entre Unicaja y Caja España-Duero, que debería cerrarse en otoño, requerirá ayudas públicas que oscilarán entre 850 y 1.500 millones de euros, según los términos del acuerdo alcanzado el pasado mes de marzo.
En concreto, Unicaja Banco, tendrá abierta una línea de disponibilidad en el FROB de obligaciones convertibles desde 375 millones de euros y hasta un límite de 1.025 millones de euros, mientras que Banco Ceiss (el banco de Caja España Duero) pedirá 475 millones en obligaciones convertibles que suscribirá el FROB.