La pesquera pasó de cerrar 2014 con un beneficio de 1.927,12 millones de euros a los 82,5 que obtuvo de enero a noviembre de 2015. Antes de que Pescanova SA pasase a manos de la banca acreedora, la empresa contó con un beneficio de 82,52 millones de euros. En un 2015 lleno de movimientos, la compañía ha presentado este viernes ante la CNMV sus números comprendidos entre enero y noviembre cuando la pesquera mantenía su ejercicio social.
El 2015 convulso para Pescanova se refleja de mejor manera comparándolo con el beneficio de 2014 cuando alcanzó los 1.927,19 millones de euros. La empresa ha alegado que los números no son “totalmente comparables” al contabilizar 11 meses y ha matizado que los del último ejercicio no están auditados.
Respecto al pasivo, la pesquera ha declarado un total de 25,59 millones de euros, de los cuales 12,32 millones correspondieron a la deuda con entidades de crédito, así como un pasivo no corriente de 28,01 millones de euros. De esta última partida, 4,09 millones proceden de deudas con entidades de crédito.
En relación con la evolución futura del negocio, Pescanova ha informado de que tanto los ingresos como los gastos corrientes de la empresa serán “poco significativos”, ya que “la estructura de costes de la sociedad se ha reducido significativamente al haberse convertido en una sociedad de cartera”.
La empresa aprobó en la junta general extraordinaria de accionistas del 29 de septiembre de 2015, en su condición de socio único de Nueva Pescanova, un aumento de capital de esta última por un importe nominal de 9,75 millones de euros, tras lo que Pescanova perdió el control del grupo y pasó a tener una participación del 20% del mismo.
La compañía cuenta con un capital social constituido por 28.737.718 acciones de seis euros de valor nominal cada una de ellas, todas de igual clase y serie, totalmente suscritas y desembolsadas, emitidas al portador y representadas por anotaciones en cuenta. La totalidad de dichas acciones, refleja Pescanova, se hallan admitidas a cotización oficial en las Bolsas de Madrid, Barcelona y Bilbao, si bien a la fecha actual, las mismas se encuentran suspendidas de cotización.
Los cálculos de Pescanova aventuraron que para septiembre de 2015 podría haber vuelto a Bolsa, pero finalmente la propia CNMV paralizó el regresó al parqué debido a la complejidad del proceso.
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