En su nuevo plan estratégico, la entidad planea repartir un dividendo elevado y estable desde el primer año. CaixaBank se convirtió en una de las entidades más activas del proceso de reestructuración del sector financiero español con la absorción de Caixa Girona, Banca Cívica, Banco de Valencia, Barclays SAU o el negocio bancario de Bankpime. Ahora, una vez que ha aumentado su tamaño en casi un tercio y la crisis comienza a verse por el espejo retrovisor, la entidad que preside Isidro Fainé se ha puesto como objetivo un ambicioso plan estratégico en el que pretende multiplicar por cuatro su rentabilidad hasta 2018.
CaixaBank presentó en marzo de este año su Plan Estratégico 2015-2018, cuyas líneas fundamentales tienen como objetivo alcanzar el liderazgo en calidad, confianza y reputación con el foco de atención puesto en el cliente, obtener una rentabilidad (ROTE o retorno sobre capital tangible) entre el 12% y el 14% a partir de 2017 y situar la ratio de eficiencia por debajo del 45%.
La rentabilidad vendrá impulsada por el crecimiento y la diversificación: liderazgo en el mercado nacional, expansión en banca de empresas, banca corporativa y consumo, y refuerzo del asesoramiento financiero (seguros, fondos y pensiones). En concreto, CaixaBank se plantea una tasa anual de crecimiento del 4% en créditos y del 6% en recursos, especialmente en los de fuera de balance. La entidad tiene como objetivo mejorar su cuota de mercado en créditos y depósitos en unos 0,6-0,7 puntos porcentuales, y en fondos de inversión, planes de pensiones y seguros de ahorro en 2 puntos porcentuales. El coste del riesgo, por su parte, está previsto que disminuya por debajo del 0,5%, como consecuencia de la reducción de la tasa de morosidad, que caerá por debajo del 4% en 2018.
Además, como parte del nuevo Plan Estratégico, CaixaBank tiene como objetivo repartir un dividendo elevado y estable, con un payout en efectivo igual o superior al 50% del beneficio desde el primer año del Plan. La entidad también tiene la intención de repartir, a partir de 2017, un dividendo extraordinario y/o llevar a cabo un programa de recompra de acciones si la ratio de capital CET1 supera el 12%. En todo caso, la ratio de capital CET1 se mantendrá por encima del 11%, un nivel muy superior al mínimo regulatorio.
El Plan Estratégico 2015-2018 refleja además la aspiración de convertirse en el mejor banco en calidad y reputación, con el foco puesto en el cliente. CaixaBank aspira a consolidarse como el paradigma de una banca responsable y comprometida socialmente y ser una referencia en buen gobierno corporativo.
Por último, la entidad que preside Isidro Fainé quiere reforzar su liderazgo en banca digital, mediante un esfuerzo continuado en multicanalidad y movilidad, y la implantación del Big Data como herramienta comercial y de gestión.
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