Hipoteca variable
Ilusión, ahorro y ganas son algunos de los ingredientes necesarios para aventurarse a comprar una casa. Consiste en una de las decisiones más relevantes que tomamos en nuestra vida y por ello, es conveniente tomarse un tiempo para analizar e investigar cuáles son las opciones que existen y cuál se ajusta a nuestras necesidades. Lo mismo ocurre con la hipoteca, ya que, dependiendo de nuestra situación, podremos escoger entre la fija, la fija resto variable o la variable.
La hipoteca variable se basa en un tipo de interés que depende del Euríbor, uno de los índices de referencia que se emplea en nuestro país. El Euríbor se añade al diferencial que se establece para así determinar cuál es el tipo de interés. La razón por la que escoger este tipo de hipoteca, es que el tipo de interés que se ha de pagar puede ser más reducido que el de una hipoteca fija, pero anualmente se revisará y puede modificarse.
Por otra parte, encontramos la hipoteca fija resto variable, que se encuentra entre dos tipos de hipotecas. Durante los primeros años, el tipo de interés será fijo, pero tras los años que se acuerden, el tipo de interés dependerá del Euríbor y del diferencial que se haya aplicado.
La hipoteca fija como alternativa
Por último, es necesario hablar también de la hipoteca fija, en la que se pagará siempre lo mismo al haber acordado el plazo, el importe y el tipo de interés, y recuerda que el tipo de interés no dependerá de ningún índice de referencia.
Ahora que conocemos cuáles son las tipologías de hipoteca entre las que podemos escoger, es el momento de seleccionar la que más nos interese. Este hecho indicará que la ilusión por adquirir una casa es un hecho, creando de esta manera la posibilidad de formar una nueva aventura en nuestra vida.
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¿Cuál es la hipoteca que puede adaptarse a ti?