El vídeo está dando la vuelta al mundo. Un deportista extremo noruego, experto en salto base, sobrevivió a una inesperada caída desde un precipicio de 1.200 metros cuando realizaba una acrobacia.
Por suerte llevaba su paracaídas puesto y listo para usarlo, lo que le permitió escapar de una muerte segura.
Richard Henriksen, padre de cinco hijos, se encontraba realizando piruetas en una barra horizontal, similar a la que se utiliza en la gimnasia con aparatos, que su equipo había instalado al borde de un acantilado de 1.200 metros de profundidad, cuando cayó inesperadamente al vacío. Tras la caída, que fue grabada por un programa de televisión muchos internautas dudan de que no estuviera todo preparado y se trate de un montaje.
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