‘Dream All Over’, un disco de Gun Outfit

La banda de Olympia, en Washington, amortigua su querencia por el punk furioso para mostrar su cara más melódica. No es extraño en EEUU, que algunas bandas de rock alternativo, cuyo pasado se encuentra más cerca del punk que de ningún otro estilo, maduren con el tiempo y abran su paleta sonora a tempos más pausados e instrumentaciones un poco más clásicas.

De hecho, algunos de los grupos de más éxito en el pasado reciente han realizado este viaje de algún modo. Como los mismísimos REM, cuyos inicios fueron muy brillantes se diga lo que se diga o se piense lo que se piense de su carrera posterior.

También puede suceder lo contrario, y ahí está Wilco para demostrarlo. Muchas veces las bandas que arrancaron sumergidos en las procelosas aguas del countryrock, también llamado americana, descubren la urgencia y la vitalidad de las fórmulas roqueras más vanguardistas y se impregnan de ellas.

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No es la única característica notable. Hay intensidad y pasión contenida en esta colección de doce canciones que se extienden a lo largo de 40 minutos de música. A pesar de que dominan los medios tiempos y el viaje se realiza más al trote que al galope, en contra de lo que antes era habitual.

El álbum empieza fuerte con ‘Gotta Wanna’, mi canción favorita del disco, una canción de melodía pegajosa en la que Dylan y Caroline se alternan para encargarse de la voz solista, en la que ya se definen perfectamente los parámetros en los que van a moverse.

Luego sigue con otro ‘zambobazo’, ‘Legends Of My Own’, un tema de Caroline, elegido como single de lanzamiento del álbum, que comparte coordenadas con las canciones escritas por su compañero y que se despereza lentamente por los altavoces hasta instalarse sin piedad en el cerebro del oyente, como una suerte de pócima de agradable sabor y venenoso regusto.

Como siempre hay bastante más donde elegir, en un álbum que esconde unos cuantos tesoros en sus capas más profundas y que aporta mucha más diversión de la que podría parecer en un principio, aunque no vaya a servirle a nadie ni para dar botes ni para bailar el ‘pogo’.

Tampoco estamos ante una obra maestra. Pero si ante la promesa de que Gun Outfit están rondando el territorio del sobresaliente y quizá lo alcancen un día de estos si siguen en esta línea. Dylan y Caroline son, en mi opinión, una de las bandas más potables que uno puede encontrar hoy por hoy en EEUU.

A lo mejor sólo les falta esa canción definitiva que abre las puertas del cielo. Ese tema emblemático y tarareable que se adhiere a la historia de una generación y se queda allí para siempre como reflejo de los tiempo en que fue compuesto y coreado por el público. Muchos se han quedado a las puertas de lograrlo. Gun Outfit todavía tienen tiempo para conseguirlo.

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