Icono del sitio EL BOLETIN

‘Del revés (Inside Out)’, una película de Pete Docter y Ronaldo Del Carmen

Del Revés

La nueva película de Pixar se atreve a viajar por el interior de la mente humana para describir el funcionamiento de las emociones y la construcción de la personalidad. Después de un año de sequía, Pixar regresa a la cartelera con ‘Del revés (Inside Out)’ , una cinta original y arriesgada con la que desafía (una vez más) los límites de la animación. Y es que, el estudio de John Lasseter se atreve a viajar por el interior de la compleja mente humana para explicar de forma sencilla y amena el funcionamiento de las emociones, los recuerdos y el pensamiento.

La idea de la que parte la película surgió cuando la hija de uno de los directores, Pete Docter, pasó, a los trece años, de ser una niña divertida y risueña a convertirse en una preadolescente apagada y de pocas palabras. “¿Qué pasará en su cabecita?”, se peguntaba el realizador, según explicó en el estreno de la producción en el Festival de Cannes. Porque ‘Del revés’ también trata sobre el fin de la infancia y sobre la construcción de la personalidad.

En el film, quien se hace ‘mayor’ es Riley, una pequeña que camina a la adolescencia y ve trastocado su mundo cuando se muda con sus padres a San Francisco: nueva ciudad, nueva casa y nuevo colegio. Alegría, Tristeza, Ira, Miedo y Asco, las cinco emociones que gestionan el Centro de Control de su mente, la intentarán guiar para afrontar los cambios… hasta que llega el caos.

Alegría es la que lleva siempre el timón con su visión optimista de las cosas, pero la película hace también hincapié en Tristeza, porque es la que nos hace crecer y madurar: la necesitamos. Las emociones se mezclan unas con otras a través de las experiencias de la vida construyendo el carácter de cada uno, así, por ejemplo, los recuerdos felices también pueden ser tristes, dando lugar a la nostalgia.

En el mundo interior que describe ‘Del revés’, los recuerdos son bolas de colores que se almacenan en la memoria a corto y largo plazo y los sueños se diseñan al más puro estilo Hollywood. También hay un espacio para el pensamiento abstracto y para unas islas flotantes que representan los valores y gustos, mientras que la inocencia y la creatividad que definen la infancia se ‘personifican’ en un amigo imaginario con trompa de elefante, cola da gato y cuerpo de algodón de azúcar. Como si la serie francesa ‘Érase una vez… la vida’, que muchos disfrutamos a principios de los 90, le encargara a Pixar un largo capítulo sobre el intelecto.

Al igual que la ficción televisiva que mostraba a animados glóbulos rojos portando bolas de oxígeno y a los virus y bacterias con cara de gruñones, la cinta de Docter y Del Carmen sabe resolver con maestría el gran reto narrativo que supone la descripción del mecanismo de la mente y los sentimientos. Las emociones están muy bien caracterizadas y el complicado funcionamiento interno que define la personalidad está retratado de forma sencilla y bien estructurada.

De esta forma, el film es capaz de instruir a la vez que divierte y emociona, gracias a unos personajes entrañables, unos ‘gags’ graciosos y una historia muy bien tejida.

Si algo se puede criticar de la cinta es que quizás los más pequeños no sean capaces de entender al 100% lo que se les está contando. Y se echa de menos un poco más de juego por parte de Ira, Miedo y Asco.

No llega a la altura de ‘Wall-E’ o del prólogo de ‘Up’, también dirigida por Procter, pero ‘Del revés’ es capaz de controlar las emociones de los espectadores y hacer reír, llorar, pensar y disfrutar a niños y adultos (especialmente a los segundos).

Acceda a la versión completa del contenido

‘Del revés (Inside Out)’, una película de Pete Docter y Ronaldo Del Carmen

Salir de la versión móvil