Fue tan grande que rebasó la propia superficie del Sol, provocando una eyección de masa coronal.
Esta fue tan grande que rebasó la propia superficie del Sol, provocando una eyección de masa coronal (CME, por sus siglas en inglés), por la que se arrojó al espacio una nube de material solar. En caso de llegar a la Tierra, estas ondas pueden ser muy peligrosas, especialmente por los daños que provocan en las telecomunicaciones.
Para conseguir captar estas imágenes, la NASA ha utilizado una longitud de onda de 304 angstroms de luz ultravioleta extrema, que destaca el material de la parte inferior de la atmósfera solar que normalmente se colorea de rojo.
En total, el vídeo cubre cuatro horas del fenómeno ocurrido el pasado 18 de junio.
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La NASA capta nuevas imágenes de una erupción solar