F.A.B. se presenta como protagonista en el ámbito artístico que “cambiará el juego en el campo de las subastas” apoyando a “la restauración de un mercado del arte más justo”.
Su creador Tim Goodman, ex supremo de Sotheby’s Australia, compara el actual desarrollo digital y un mercado feroz en competencia con la Gran Fiebre de la Tierra de Oklahoma de 1889. «Algo tiene que ceder» dice Goodman ya que «el modelo de negocios de subasta tradicional ya no es sostenible».
Las novedades que presenta F.A.B., en su recién inaugurada página web, se destacan bajando radicalmente los derechos y comisiones y ofrece un proceso más fácil de seguir a los clientes. Frente al 25% de comisión cobrada por otras empresas de subastas, situación que “ha estado ocurriendo por demasiado tiempo”, según explica en un vídeo promocional, F.A.B. promociona una tarifa de un 5%, tanto si el cliente es comprador o vendedor.
Esta casa de subastas en línea se presenta como la “primera alternativa atractiva”, jugando con sus siglas, y en tono irónico, con el adjetivo F.A.B.uloso. F.A.B. pretende así construir una red mundial que permite la compra y venta de arte online en cualquier parte. Muchas son las ventajas que dicen ofrecer, con varios procesos gratuitos como el empaque, transporte y entrega y un cobro de transacción libre de IVA.
«Todo lo que hemos hecho es aplicar tecnología digital a algunas de las buenas maneras antiguas y reducido los costos. Estamos traspasando las reducciones en los costos a nuestros clientes quienes son los beneficiarios últimos», asegura Goodman.
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Las subastas de arte se reinventan con F.A.B.