El enfrentamiento entre las discográficas y las televisiones marca las elecciones. Hace ya cuatro años de la defenestración de Teddy Bautista, con detención e imputación incluida, y desde entonces la antaño todopoderosa SGAE se mantiene a la deriva. Dos presidentes, después del histórico mandato del polémico teclista, el horizonte sigue sin aclararse.
Tampoco se ha aclarado, por cierto, si Bautista y los suyos expulsados sin honores del paraíso, cometieron o no algún delito, más allá de haber cometido numerosos errores de gestión y comunicación. Y, mientras tanto, el colectivo de autores, anda en busca de un nuevo presidente que resuelva los asuntos pendientes.
Por distintos motivos, los dos sucesores que Bautista ha tenido hasta el momento han fracaso estrepitosamente. Antón Reixa se marchó, repudiado por una parte de la organización y entre sospechas de comportamientos cercanos a la corrupción.
Y el todavía titular del puesto José Luis Acosta, ni siquiera ha conseguido que la Asamblea de Socios apruebe las cuentas del último ejercicio, marcadas por la caída de la recaudación.
Al fondo de todos los enfrentamientos que se producen últimamente en este colectivo, habitualmente ‘cainita’, se encuentra la trama de ‘La Rueda’, es decir, la dudosa explotación de los derechos de autor que se generan en los programas de televisión nocturnos, que realiza un grupo de autores, aparentemente en connivencia con las editoriales de las cadenas.
Y, por supuesto, el pulso indisimulado que, desde hace años, mantienen las televisiones, máximas ‘pagadoras’ de la fiesta autoral, con las discográficas, principales beneficiarias del dinero recaudado por la SGAE y cuyo control de las emisoras de radio condiciona la viabilidad de todo aquel repertorio que no les pertenece.
Así las cosas, distintos grupos de autores, representantes no declarados de estas fuerzas en combate, algunos viejos partidarios de Bautista, candidatos impulsados por los autores con recaudaciones récord, y algún ilusionado independiente concurren a las urnas el próximo día 26, a la espera de que el resultado de las elecciones les sea propicio.
Sin embargo, es mejor no hacerse demasiadas ilusiones. Los rumores de ruptura de la sociedad de gestión histórica aumentan por momentos, y sería factible que cada facción en disputa acabará creando su propia ‘sgae’.
En un ambiente tan enrarecido, la posibilidad, esbozada también de que alguna figura independiente y con fuerza representativa presida la sociedad y se encargue de su regeneración parece haber fracasado, por ahora.
Incluso, algunos candidatos previamente ‘anunciados’ como Luis Eduardo Aute o Luis Farnox ha optado finalmente por no presentarse ante la falta de consenso y el clima de enfrentamiento creciente que se respira.