Durante la primavera de 2015, las negociaciones para renovar los programas de rescate entre el recién elegido gobierno griego de Syriza (el partido de izquierda radical) y la troika pasaban por un momento tan difícil y confuso que, en un momento de exasperación, Christine Lagarde, la directora del Fondo Monetario Internacional, reclamó a ambos que se comportaran como adultos.
Parte de la confusión se debía a la aparición en escena de alguien que intentaba cambiar la manera de analizar la crisis de deuda en Grecia: era Yanis Varoufakis, su ministro de Finanzas, un economista de ideas iconoclastas que se paseaba por las cancillerías europeas con una chaqueta de piel y sin corbata.
El mensaje que Varoufakis comunicó a las instituciones que negociaban con Grecia fue claro: la deuda acumulada por su país era impagable y lo sería aún más si se continuaba implantando la austeridad que le exigían sus acreedores. De nada servía acumular un rescate tras otro con más recortes y subidas de impuestos. Lo que debía hacer Grecia era más radical y pasaba por alterar las ideas económicas del establishment europeo.
En esta crónica veloz y fascinante, Varoufakis demuestra su talento como narrador y expone sus encuentros y desencuentros con los protagonistas europeos de la crisis financiera, en las interminables reuniones que tuvieron lugar durante aquellos meses. Con una dureza inusitada, pero también con un reconocimiento crítico de los errores del gobierno griego y los suyos propios, muestra el funcionamiento de las instituciones europeas y sus dinámicas de negociación, y finalmente la rendición griega que se produce tras su salida del gobierno.
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