Tras la multimillonarias multas a Apple y Amazon por recurrir a la ingeniería fiscal y establecer acuerdos con determinados Gobiernos para pagar menos impuestos en el Viejo Continente, Bruselas ha iniciado el camino para un nuevo marco fiscal que busca evitar la fiesta tributaria de los gigantes de internet. Dentro de este proceso, acaba de abrir una consulta pública para recopilar opiniones de los ciudadanos, empresas e instituciones al respecto.
“Nadie puede negarlo: nuestro marco fiscal ya no encaja con el desarrollo de la economía digital o con nuevos modelos de negocios. Los Estados miembros quieren gravar los enormes beneficios. generados por la actividad económica digital en su país. Necesitamos una solución a nivel de la UE que brinde soluciones sólidas para las empresas y los inversores en el mercado único”, apuntado el comisario de Asuntos Económicos y Fiscalidad, Pierre Moscovici.
La propia Comisión Europea estima que la tasa impositiva efectiva de las empresas digitales que operan en la UE es la mitad que la que soportan las empresas tradicionales e incluso con frecuencia “mucho menos”. El problema es que la normativa actual fue diseñada antes de la explosión de internet y se ha visto sobrepasada: “existe el riesgo de una reducción de las bases impositivas para los Estados miembros, distorsiones de la competencia para las empresas y obstáculos para las empresas innovadoras”, reconoce el organismo.
Por ello, el Ejecutivo comunitario presentó en septiembre su agenda “para garantizar que la economía digital se grava de manera justa y favorable”. Su objetivo es impulsar una reforma de las normas tributarias internacionales que determine el vínculo entre cómo se crea el valor y dónde se grava. “Las reglas fiscales deben determinar qué desencadena el derecho de un país a gravar”.
Con la consulta, que estará abierta hasta el 3 de enero de 2018, busca la implicación de los ciudadanos europeos para afrontar los principales problemas relacionados con el gravamen de la economía digital.
“¿Cuáles son los tres principales desafíos que trae la digitalización para los sistemas tributarios nacionales?”, “¿Cree que debería adoptarse una solución temporal específica hasta que se llegue a una solución más integral?” o “¿Las pequeñas y medianas empresas (PYME) deberían estar exentas de un posible impuesto digital?” son algunas de las preguntas de la Comisión.
Consulta también cuál es la mejor medida para garantizar la igualdad de condiciones en todas las empresas y propone varias opciones: impuestos a los ingresos provenientes de actividades digitales, impuestos de retención en ciertos tipos de transacciones digitales, impuesto sobre las transacciones digitales, impuesto sobre los ingresos de ciertos servicios digitales o impuestos de retención en ciertos tipos de transacciones digitales.
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