El gran hermano de osos panda que llevó a cabo la televisión pública China en el verano de 2013 no fue el programa piloto del sistema de crédito social que el Gobierno chino va a implantar en el año 2020 para vigilar a sus ciudadanos. Beijing no solo va a utilizar cámaras de grabación para monitorizar a la población, sino todas las herramientas que ofrece el Big Data como método de vigilancia.
El sistema de crédito social impulsado por China sobrepasa el panóptico digital que supone en sí el acceso a Internet. El gobierno comunista hará constar su vigilancia a través de premios y castigos a los ciudadanos en virtud de la puntuación social que obtengan. La ciudadanía china estará sujeta a unas notas basadas en su comportamiento.
Si difundes información falsa, si fumas en lugares donde no está permitido, si juegas mucho a videojuegos o si gastas dinero en compras frívolas recibirás una puntuación baja. Si por el contrario, cumples con las normas y vives de acuerdo al ideario moral del Estado tu calificación será positiva.
La puntuación se desconoce si la realizará exclusivamente la Administración o las empresas privadas encargadas de monitorizar (a través del Big Data) a la población.
Lo que sí es vox pópuli son algunos de los castigos que someterá el Gobierno a aquellas personas con calificaciones bajas en el sistema de crédito social. Según han informado varios medios anglosajones, los nombres incluidos en la lista negra verán reducida su capacidad de movimiento con la imposibilidad de comprar billetes de tren o avión, entre otras sanciones.
Por el contrario, quienes salgan bien parados de la vigilancia (facial, digital y geográfica) tendrán ventajas como descuentos en la factura eléctrica, acceso a mejores hoteles y escuelas y facilidades para viajar.
El Gobierno chino asegura que el sistema es una forma de aumentar la eficiencia administrativa y fomentar la confianza y el comportamiento moral de sus ciudadanos. “Mantener la confianza es glorioso, romper la confianza es deshonroso”, asegura un documento oficial del gobierno dedicado a la materia.
El sistema de crédito social se anunció por primera vez en 2014 y a estas alturas ya se ha puesto en marcha parcialmente, según The Economist. No obstante, el plan esbozado hace cuatro años muestra que el gobierno quiere que las estructuras básicas del Sistema de Crédito Social estén establecidas para 2020.
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