Picazón en un lugar inusual, una pequeña hinchazón que no se nota, un dolor de cabeza que no desaparece. Cuando unas de estas cosas pasan, es muy tentador ir a buscar en Internet sus propios síntomas para tratar de entender mejor un fenómeno médico inexplicable, mismo sin esperar a ir al médico.
Al escribir sus síntomas en un motor de búsqueda, los sitios web de salud especializados obtienen fácilmente los resultados pero resulta que sólo el 36% de ellos resultan ser correctos.
«Confunden el síntoma y el diagnóstico. Dicen: tengo bronquitis cuando tosen, sinusitis cuando están resfriados, gastro cuando tienen dolor de estómago», explica el Dr. Battistoni, presidente del sindicato de médicos generalistas.
¿Qué es lo que más buscan los españoles en Google?
Según un estudio de Lenstore, el 34 % de los españoles que evitan ir al médico por culpa del COVID-19, aquí se enumeran los 10 principales síntomas que la gente busca en Google:
Según el mismo estudio, los españoles se preocupan por su salud 2,1 veces a la semana. ¿Por qué está tan mal? El problema es que los pacientes rara vez tienen en cuenta que un síntoma puede ser similar a varias patologías. Y que las fuentes que consultan no siempre son fiables y, sobre todo, no pueden sustituir el ojo experto de un médico. «Pueden ser una buena herramienta además de la peor», dice el Dr. Jean-Paul Hamon, presidente de la Federación Francesa de Médicos.
¿Quiénes son los usuarios de Internet más propensos a autodiagnosticarse en línea?
Aquí hay algunos ejemplos:
– Los jóvenes que están más familiarizados con la tecnología y son más accesibles a ella, y a menudo se sienten avergonzados de describir algunos trastornos a un médico o de buscar soluciones rápidas.
– Las nuevas madres tienden a buscar en Internet información y soluciones para las molestias más pequeñas y triviales de los niños.
– Padres que quieren compartir experiencias y consejos en foros y páginas sociales.
– Las personas con trastornos de ansiedad o hipocondríacos, que tienden a consultar las páginas médicas al aparecer cualquier trastorno o malestar.
La salud siempre debe ser protegida. El uso de los motores de búsqueda y las redes sociales no debe sustituir en modo alguno la consulta a un especialista.
El grado de medicina, la actualización continua, los muchos años de experiencia del médico no es sustituido de ninguna manera por las experiencias de vida vividas por los amigos reales o virtuales.
Ninguna patología puede ser diagnosticada en línea por expertos autodenominados o por uno mismo.
Confiar en la red, ante los problemas de salud, debe limitarse exclusivamente a encontrar un médico que se reúna en persona y que sea capaz de identificar cualquier patología tras exámenes objetivos y análisis específicos.
La información es muchas veces de carácter general, y no hay nunca un estudio de la historia del usuario, de los varios factores: está demostrado que este tipo de búsqueda provoca ansiedad y muchas veces es errónea. No corresponde a una situación clínica personal, la pericia del médico sigue siendo esencial.
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