El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha justificado su presencia en la manifestación celebrada el domingo en Brasilia contra el Congreso y el Tribunal Supremo, en la que llegó a saludar a manifestantes, a pesar de las restricciones por la pandemia de coronavirus, esgrimiendo que no es «el fin del mundo».
Bolsonaro convocó una manifestación para el 15 de marzo en Brasilia contra el Congreso y el Tribunal Supremo bajo el lema ‘Brasil es nuestro, no de los políticos de siempre’, una convocatoria que suscitó una fuerte reacción de grupos opositores que, en respuesta, anunciaron su propia marcha en defensa de las instituciones.
El pasado viernes, pidió a los brasileños, en un vídeo junto en el que aparecía con mascarilla, «evitar grandes concentraciones de gente», incluidas las manifestaciones domingo. «Queremos un pueblo activo y celoso con la cosa pública, pero nunca podemos poner nuestra salud en peligro», dijo.
Sin embargo, el domingo se saltó sus propias recomendaciones y acudió a la manifestación contra el Congreso y el Tribunal Supremo. Aunque fue en coche, llegó a saludar a algunas personas. Varios colaboradores de Bolsonaro han dado positivo por coronavirus, por lo que el mandatario brasileño estuvo cuarentena, si bien finalmente dio negativo.
La participación de Bolsonaro arrancó las críticas de los presidentes de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, y del Senado, Davi Alcolumbre, que lo llegaron a acusar de «atentar» contra la salud pública. «Es hora de que maduremos como nación», pidió el jefe de la cámara alta en un comunicado.
Interrogado sobre esta polémica en una entrevista concedida a última hora del domingo a CNN Brasil, Bolsonaro ha defendido su presencia en la protesta de Brasilia: «Debemos respetar, tomas medidas sanitarias, pero no podemos entrar en una neurosis como su fuese el fin del mundo».
El líder ultraderechista ha abogado por adoptar medidas preventivas pero «sin histerismo», argumentando de que las acciones excesivas pueden tener un gran impacto económico. En concreto, ha alertado sobre una posible «ola de desempleo».
«La economía tiene que funcionar. No podemos tener una ola de desempleo. El desempleo lleva a que las personas no se alimenten bien y al alimentarse peor son más vulnerables, por lo que pueden terminar contagiadas y llegar hasta la muerte», ha indicado, según informa el diario brasileño ‘O Globo’.
No obstante, al ser preguntado sobre las previsiones del Gobierno brasileño ante el coronavirus, ha confesado que se teme «lo peor». «Con toda certeza, muchos lo van a coger, independientemente de las precauciones que tomemos. Va a pasar más tarde o más temprano», ha augurado.
En este contexto, ha expresado su disposición a llegar a «un buen entendimiento» con los líderes del Congreso y les ha propuesto reunirse en el Palacio de Alvorada. Asimismo, ha retado a Maia y Alcolumbre a salir a la calle, para ver «cómo son recibidos».
En Brasil ya se han registrado 200 casos de coronavirus. A nivel global, el brote de Covid-19 que empezó el pasado mes de diciembre en la ciudad china de Wuhan y que se ha extendido a todo el mundo ha dejado más de 6.500 muertos y más de 170.000 casos confirmados.
La banca estadounidense mantiene un balance sólido, con niveles de capital y liquidez por encima…
Desde la primavera, Washington opera con un armazón dual: un arancel recíproco por país (con…
El control de las tierras raras marca hoy la frontera entre autonomía y dependencia tecnológica.…
Connolly, abogada de 68 años y exalcaldesa de Galway, ha prometido ser la presidenta de…
El estudio refleja que el aumento no es coyuntural, sino una tendencia estructural que se…
Valencia ha vuelto a llenar sus calles un año después de la Dana del 29…