Biden ha anunciado este jueves el encargo de un memorando de estudio de Seguridad Nacional sobre la Lucha contra la Corrupción; un documento que concede un plazo de 200 días a las agencias de seguridad para que emitan sus recomendaciones sobre el desarrollo de los recursos de Estados Unidos para combatir la participación de sus compañías en estas prácticas y asociarse con otros países para combatir la corrupción.
En particular, Biden pide recomendaciones sobre formas de combatir «la financiación ilícita en Estados Unidos y los sistemas financieros internacionales, incluso mediante la implementación enérgica de la ley federal que exige a las empresas estadounidenses que informen sobre sus beneficiarios reales o propietarios al Departamento del Tesoro».
La propuesta también apuesta por la reducción de los «secretos financieros extraterritoriales» y la mejora del intercambio de la información con agencias internacionales.
La corrupción «hace que el gobierno sea menos eficaz, exacerba las desigualdades» y «ataca los cimientos de las instituciones democráticas». «Luchar contra la corrupción no es solo un buen gobierno. Es defensa propia. Es patriotismo y es esencial para la preservación de nuestra democracia y nuestro futuro», ha manifestado el presidente.
Los 15 departamentos y agencias implicadas en la petición –entre ellos Tesoro, Estado, Seguridad e Inteligencia Nacionales o la misión de Estados Unidos ante la ONU– entregarán un informe interinstitucional pasado ese plazo y «presentarán un informe y recomendaciones al presidente para medidas adicionales».