Aranceles
En el último año, EEUU, la UE, China, India o el Reino Unido han reforzado barreras comerciales y salvaguardias con el objetivo de blindar sectores estratégicos y “empleo de calidad”.
El resultado inmediato ha sido doble: por un lado, alivio para algunas plantillas protegidas; por otro, presión de costes para industrias intensivas en componentes importados y más incertidumbre inversora.
La clave, a juicio de informes oficiales y empresariales, no es tanto si los aranceles crean o destruyen empleo, sino dónde y cuándo lo hacen, y con qué efecto sobre precios y productividad La protección puede ganar tiempo industrial, pero sin inversión y formación, ese tiempo no se traduce en más empleo estable.
Las tarifas a acero y aluminio han contribuido a sostener capacidad y nóminas en la metalurgia, a costa de mayores costes en automoción, maquinaria o construcción. La evaluación oficial en EEUU confirma que los aranceles redujeron importaciones desde China y favorecieron la diversificación de proveedores, pero con impactos laborales dispares y con el encarecimiento de insumos trasladándose a los sectores clientes Cuando suben los insumos críticos, las industrias usuarias contratan menos y retrasan inversiones
La UE aplica derechos compensatorios definitivos a los vehículos eléctricos de origen chino —tipos entre 17,0% y 35,3% según fabricante— para “nivelar el campo de juego”. La respuesta china ha llegado por el agroalimentario: derechos antidumping provisionales de hasta 62,4% a la carne de cerdo europea y medidas sobre brandy. A corto plazo, la protección puede amortiguar el ajuste en ensamblaje europeo, pero tensiona a proveedores, logística y a regiones exportadoras del porcino. Además, la negociación de precios mínimos añade incertidumbre a las cadenas. La guerra arancelaria se está trasladando del coche eléctrico al campo europeo, con riesgo de empleo en mataderos y transformadoras.
Washington ha endurecido en 2024 la Sección 301 con subidas dirigidas a solar y semiconductores, justificadas en “defensa de los trabajadores”. La propia administración constata impactos agregados modestos en empleo y precios, pero reconoce efectos positivos sectoriales en las ramas directamente protegidas y costes asociados a las represalias. Para las plantillas manufactureras, el balance depende de si la protección viene acompañada de productividad, escala y alivios de costes en la transición tecnológica El empleo aguanta cuando a la tarifa se suman inversión y cadena de suministro cercana; sin eso, el impulso se diluye.
La estrategia de India de elevar aranceles a insumos de electrónica para forzar localización ha impulsado producción, pero los costes siguen por encima de competidores como Vietnam, lo que limita el tirón exportador y el empleo potencial de proveedores locales. El sector advierte de una “discapacidad de costes” frente a rivales asiáticos. En Brasil y otros emergentes, los gobiernos combinan vigilancia sectorial y apoyo a exportadores para retener puestos de trabajo en ramas expuestas a nuevas barreras Cuando los componentes importados encarecen la producción, parte del empleo “potencial” se va a países con cadenas globales más baratas.
Londres ha prorrogado su salvaguardia del acero hasta 2026. El objetivo declarado es evitar desvíos comerciales y proteger empleo siderúrgico mientras se culminan procesos de reconversión y descarbonización, aunque el coste se traslada a industrias clientes y consumidores Las salvaguardias son un puente: si no llevan a reconversión real, el ajuste laboral reaparece más adelante.
| Región/medida | Tipo/alcance | Sectores empleo expuesto | Señal laboral 2024–2025 | Dato de contexto |
|---|---|---|---|---|
| UE vs. EV chinos | Derechos compensatorios definitivos (17,0%–35,3%) | Automoción eléctrica, proveedores, puertos | Alivio temporal en ensamblaje; riesgo aguas abajo por costes y menor competencia de precios | Tipos por fabricante (BYD 17,0%; Geely 18,8%; SAIC 35,3%) |
| China vs. UE (porcino) | Antidumping provisional hasta 62,4% | Porcino, cárnicas, logística | Riesgo de ajuste de turnos y empleo en regiones exportadoras | Exportaciones UE a China ≈ 4.800 millones de dólares en 2024 |
| EEUU (Sección 301) | Subidas selectivas a EV, chips, solar | Manufacturas protegidas; usuarios de componentes | Efecto agregado moderado; positivo en ramas objetivo y negativo donde hay represalias | Revisión 2024 tras proceso de cuatro años |
| Reino Unido (acero) | Salvaguardia prorrogada hasta 30/06/2026 | Siderurgia; usuarios industriales | Estabilización de plantillas en acero; traspaso de costes a clientes | Cobertura sobre 15 categorías |
| India (electrónica) | Aranceles a partes y componentes | Electrónica, smartphones, proveedores locales | Empleo menos dinámico en exportación si no bajan costes |
La evidencia de organismos y empresas apunta a un patrón estable: los aranceles pueden sostener empleo en sectores concretos y acelerar nearshoring, pero a costa de precios más altos y posibles represalias que amenazan puestos en actividades exportadoras. La única forma de que la protección se traduzca en empleo neto y duradero es combinarla con productividad, inversión, formación y competencia en los mercados donde se compran los insumos y se venden los productos.
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