La canciller alemana, Angela Merkel
La canciller de Alemania, Angela Merkel, y los primeros ministros de los estados federales han anunciado a última hora de este miércoles que las restricciones vigentes por la pandemia de COVID-19 se relajarán durante la Navidad, aunque las autoridades prevén que la época navideña sea «difícil».
Tras más de siete horas reunidos, Merkel y los líderes regionales han acordado más medidas para mitigar los contagios de COVID-19 que, no obstante, se aliviarán entre el 23 de diciembre y el 1 de enero.
En concreto, hasta el 23 de diciembre, las reuniones privadas con amigos, parientes y conocidos han quedado limitadas a un máximo de cinco personas de hasta dos hogares. Los niños de hasta 14 años quedan excluidos de esta medida, según ha recogido el diario ‘Frankfurter Allgemeine Zeitung’.
Sin embargo, desde esta fecha y hasta Año Nuevo, se permitirán la reuniones de un máximo de diez personas, y, de nuevo, los niños de 14 años no están incluidos en la restricción.
Fuera del período navideño, las autoridades alemanas han acordado que las restricciones vigentes actualmente por la pandemia –cierre de restaurantes, teatros e instalaciones de ocio– tendrán que aplicarse «hasta principios de enero».
Como la ley que rige actualmente la pandemia sólo permite la extensión de las medidas durante cuatro semanas, primero se ampliarán hasta el 20 de diciembre y después habrá una nueva prórroga.
Además, en las regiones que tengan una incidencia de 200 nuevas infecciones por cada 100.000 habitantes en siete días, se tomarán medidas adicionales. Actualmente, 63 zonas alemanas están en esta situación, ha recordado el diario ‘Die Welt’.
Merkel ha subrayado que los días de la época navideña serán «muy importantes», pero ha señalado que la de este año será «difícil».
Aunque Merkel ha reconocido que las medidas adoptadas a principios de noviembre han conducido a un «éxito parcial», ha subrayado que «de ninguna manera podemos estar satisfechos» y, en vista del número constantemente alto de nuevas infecciones, ha pedido un mayor «esfuerzo» en la lucha contra la pandemia.
Hasta el momento, Alemania, uno de los países europeos más golpeados por la segunda ola de contagios de COVID-19, ha contabilizado más de 983.000 casos de la enfermedad, incluidas cerca de 15.000 víctimas mortales.
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