El candidato socialdemócrata a las elecciones generales de Alemania, Martin Schulz, se mostró hoy partidario de acentuar más las políticas de generación de empleo en los países del sur de Europa afectados por la crisis pero al mismo tiempo rechazó la opción de crear bonos de deuda conjunta para aliviar la presión. «Alemania tiene gran interés en que los Estados miembros de la eurozona estén encaminados de forma estable hacia el crecimiento y para ello precisan adoptar las reformas necesarias», dijo el presidente del Partido Socialdemócrata alemán (SPD), en un encuentro con la prensa extranjera en Berlín.
«Veo que en una serie de países han sido adoptadas grandes reformas, que en parte han sido muy exitosas. España tiene por ejemplo un cierto crecimiento económico, pero aún así España tiene un alto nivel de jóvenes desempleados», reconoció Schulz.
«Creo que en estos momentos Alemania debe tener interés en que el crecimiento sea generado por reformas pero también que se implementen políticas de empleo (…) Para la estabilidad no solamente se necesita crecimiento, sino empleo», destacó.
Al mismo tiempo, Schulz se desmarcó de las críticas del ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, a la iniciativa de la Comisión Europea de relajar los objetivos presupuestarios a los países en dificultades.
«El señor Schäuble ha criticado. Debe haber un acuerdo (entre los ministerios) para que el Gobierno adopte una posición y no toda posición de un ministro en particular es automáticamente la posición del Gobierno».
Schulz, quien durante su gestión como presidente del Parlamento Europeo criticó la política de austeridad promovida por Merkel, descartó la posibilidad de emitir eurobonos.
«Hemos creado el Mecanismo Europeo de Estabilidad, y Alemania avala el 27 por ciento de los depósitos. Dicho esto, queda cerrado todo debate», fue categórico.
Martin Schulz, la nueva estrella ascendente en el firmamento político alemán, fue designado el 19 de marzo por el Partido Socialdemócrata con el cien por ciento de los votos como candidato a las elecciones del 24 de septiembre en las que pretende desbancar a la demócrata cristiana Angela Merkel, que busca su cuarto mandato.
Schulz sucedió en la presidencia del partido a Sigmar Gabriel, el actual vicecanciller y ministro del Exterior, quien con gran olfato político sorprendió en febrero al renunciar a su propia candidatura y allanar el camino para el ex presidente del Parlamento europeo, una figura sin los desgastes de las lides de la política nacional.
La nominación de Schulz ha resucitado al SPD, que languidecía en torno al 20 por ciento en la intención de voto y ahora está en el 33 por ciento, a dos puntos de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Merkel, que cuenta con el 35 por ciento, según la encuesta del Instituto TNS Emnid publicada este domingo. Además le ha deparado más de 12.000 nuevos afiliados.
