Reino Unido activó el Brexit, ¿y ahora qué?

Reino Unido activó el Brexit, ¿y ahora qué?

“El plazo de dos años perjudicará al Reino Unido”, considera Léon Cornelissen, economista jefe de Robeco.

Theresa May, primera ministra del Reino Unido

La primera ministra británica, Theresa May, activó ayer el artículo 50 del Tratado de Lisboa, que abre ahora un proceso de negociación antes del divorcio definitivo entre Reino Unido y la Unión Europea, que tendrá que ser realidad en dos años. Más allá de ese plazo, no sólo requeriría el acuerdo de todos los estados miembro, sino que entraría en conflicto con las elecciones al Parlamento Europeo, lo que añade un punto más de dureza a las conversaciones. Léon Cornelissen, economista jefe de Robeco, considera que “el plazo de dos años perjudicará al Reino Unido”, y recuerda asimismo que mientras el país que dirige May “está obsesionado con el Brexit”, pero para Alemania “es solo algo secundario, pues está mucho más interesada en mantener unida al resto de la UE, o en cuestiones como Rusia, China o EEUU”. “Por tanto, preveo que la UE adoptará una postura negociadora firme en aras de mantener la unidad de la UE”.

Cornelissen anticipa que serán tres los asuntos que dominarán las negociaciones: en primer lugar, el “coste del divorcio”, derivado de la liquidación por el Reino Unido de sus obligaciones legales; en segundo, el “acuerdo comercial” que conlleve que el Reino Unido quede fuera del mercado único; y, por último, el “régimen jurídico de los expatriados británicos que viven en la UE y viceversa”.

En lo que se refiere a los costes, “se calcula que las obligaciones netas del Reino Unido derivadas de su salida de la UE ascienden a 60.000 millones de euros, incluidos los compromisos por fondos estructurales para Europa Oriental y las pensiones a pagar a funcionarios de la UE de las que el Reino Unido sea parcialmente responsable”. “La UE quiere primero liquidar los costes del divorcio, y negociar después un acuerdo comercial, mientras que el Reino Unido quiere celebrar negociaciones paralelas, a lo que probablemente no se accederá”.

Por el lado del acuerdo comercial, “las negociaciones serán muy arduas”, anticipa también el economista jefe de Robeco, que avisa de que “dada la prioridad que el gobierno británico otorga al control de la inmigración, es difícil que no acabe perdiendo el acceso al mercado único”. “La UE establecerá líneas rojas sobre temas innegociables, como la libre circulación de personas, por lo que cualquier acuerdo conllevará aranceles sobre los productos británicos exportados a la UE”.

La tercera pata de las negociaciones serán los expatriados. Se calcula que hay 1,2 millones de ciudadanos británicos que viven en la UE –más de 300.000 sólo en España-, y 3,3 millones de ciudadanos de la UE que residen en el Reino Unido. Para Cornelissen, hay que aclarar la situación de todas las personas que viven o trabajan en el extranjero, como los pensionistas británicos que viven en España. “La incertidumbre continuada ya ha provocado falta de mano de obra en algunos sectores del Reino Unido, como el hotelero, al regresar los ciudadanos de la UE a sus países de origen ante el fortalecimiento de sus economías”.

Cornelissen precisa además que será difícil ampliar el período de negociación más allá de abril de 2019, pues entraría en conflicto con las elecciones parlamentarias europeas a celebra el mes siguiente. “Eso complicaría mucho las cosas, pues se plantearía la duda de si el Reino Unido puede presentar candidatos. Además, tal prórroga de plazo precisaría del acuerdo de los otros 27 estados, y se antoja difícil que accedieran a ello”.

La banca europea pide claridad en las negociaciones del Brexit

Respecto a las negociaciones que se abrirán ahora, el sector bancario ya ha aprovechado para pedir “claridad” sobre los términos de la salida para que los bancos puedan seguir financiando a la economía real, tal y como ha señalado ya la Federación Bancaria Europea (EBF por sus siglas en inglés).

La EBF, que reúne a 32 asociaciones bancarias nacionales en Europa, que en conjunto representan a unos 4.500 bancos, ha anunciado que está dispuesta a ayudar a explicar a las autoridades el impacto de las negociaciones sobre el marco de supervisión y regulación y sobre los modelos de negocio.

“La EBF está interesada en ver claridad y certeza para los bancos durante este proceso para que el sector bancario pueda continuar financiando a la economía mientras atiende a los clientes en la mayor medida de lo posible y sin interrupciones indebidas”, ha apuntado en un comunicado.

Más información