Estas nuevas tecnologías están destinadas a impulsar el crecimiento futuro en todos los sectores, así como a aumentar la demanda de nuevos puestos de trabajo y conjuntos de habilidades. Sin embargo, estos efectos positivos pueden verse contrarrestados por los trastornos en los actuales trabajadores, con el desplazamiento de algunas tareas realizadas por humanos al ámbito de la automatización.
El grado de perturbación variará en función de la profesión y las competencias del trabajador. Los datos del Foro Económico Mundial muestran que las empresas esperan reestructurar su plantilla en respuesta a las nuevas tecnologías. En particular, las empresas encuestadas indican que pretenden transformar la composición de su cadena de valor (55%) o introducir más automatización, reducir la plantilla actual debido a esta automatización (43%).
No obstante, también hay compañías que contemplan ampliar su plantilla como resultado de una mayor integración tecnológica (34%), o ampliar su uso de contratistas para trabajos especializados (41%).