«La perspectiva de una invasión rusa de Ucrania el 16 de febrero siempre fue exagerada. Es al marco de tiempo inmediatamente posterior al 20 de febrero al que realmente habría que estar atentos», escribe el periódico.
La «obsesión con el 16 de febrero», según expertos consultados por Politico, desvió la atención de las fechas que realmente son significativas.
El 20 de febrero concluyen las maniobras ruso-bielorrusas Resolución Aliada que el diario califica como el ejercicio militar más grande desde la Guerra Fría.
El mismo día finalizará la Conferencia de Seguridad de Múnich, a la que ningún funcionario de Rusia planea asistir y que contará con la participación de la vicepresidenta de EEUU, Kamala Harris, el secretario de Estado Antony Blinken, y el mandatario ucraniano Vladímir Zelenski.
«Comenzar una invasión mientras la número 2 de Estados Unidos está en Europa y/o mientras el jefe de Estado ucraniano está fuera del país podría resultar en una humillación máxima, el tipo de troleo geopolítico que le encanta a Putin», apunta el diario.
Por último, el 20 de febrero es el último día de los Juegos Olímpicos de Pekín, lo que da origen a conjeturas de que «Putin no lanzaría una invasión antes de la ceremonias de clausura para mantener feliz al líder chino Xi Jinping».
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, a quien los periodistas preguntaron el martes sobre la reacción de Vladímir Putin a las fechas anunciadas de un supuesto ataque de Rusia a Ucrania, dijo que el presidente ruso «a veces bromea y pide averiguar si publican en alguna parte la hora exacta en que va a comenzar la guerra».
Las tensiones en torno a Ucrania se fueron agravando en los últimos meses por la acumulación de tropas rusas cerca de la frontera ucraniana, que Occidente interpreta como preparativos para una posible invasión.
Rusia rechaza esas sospechas, defiende el derecho a mover fuerzas dentro de su propio territorio según lo estime conveniente y acusa a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) de buscar pretextos para emplazar más equipamiento militar cerca de las fronteras rusas.
Según el ministro de Exteriores ruso Lavrov, Occidente desata la «histeria» para encubrir el sabotaje por parte de Ucrania de los acuerdos de Minsk, que sientan las bases para una solución política del conflicto armado interno en Donbás.
