La polémica ha surgido tras una consulta a la Dirección General de Tributos por parte de un banco suizo sobre la fiscalidad de los fondos de inversión. La última ocurrencia del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, para repatriar a España tras la amnistía fiscal de hace dos años podría chocar con la libre circulación de capitales de la Unión Europea y conllevar un expediente de infracción por parte de las autoridades comunitarias.
La polémica ha surgido tras una consulta a la Dirección General de Tributos por parte de un banco suizo sobre la fiscalidad de los fondos de inversión. Estos productos tienen una bonificación que permite traspasar el dinero de uno a otro sin tributar por las ganancias (o peaje fiscal) hasta que se saca el dinero, es decir, hasta que se venden las posiciones para hacerlas líquidas, según publica hoy ElConfidencial.com, pero sólo si se gestionan desde España.
En ese sentido, la entidad suiza quería saber si le bastaba con un contrato trilateral con una gestora española o tenía que tener una gestora registrada en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para beneficiarse de esta fiscalidad, y la respuesta de Tributos ha sido rotunda: el dinero debe ser gestionado desde España, es decir, debe repatriarse.
El problema es que en el caso de un banco suizo, como Suiza no pertenece a la Unión Europea, el asunto es más fácil de resolver, pero no está claro que esta limitación pueda afectar a entidades radicadas en países de la UE como Austria o Luxemburgo, ya que iría en contra de la libre circulación de capitales y conllevaría una sanción.
Además, José María Mollinedo, secretario general de Gestha, ha puesto en duda la eficacia de esta medida para repatriar dinero a España, ya que los inversores que tengan dinero fuera del país, y que no necesariamente tiene que provenir de la amnistía fiscal, tienen otras alternativas de inversión a los fondos como son las Sicav, que apenas pagan un 1%.
“No es algo que alarme al inversor”, ha señalado Mollinedo en declaraciones a ElBoletin.com, que cree además que en lo que se refiere a aquellos que se acogieron a la amnistía fiscal, “no cabe esperar que los que en su día no fueron solidarios para pagar impuestos lo sean ahora con la economía española”.
