Y Susanita parió un ratón

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Y Susanita parió un ratón

Al final, el informe presentado por la ‘Comisión Lagares’, que debía ser la base de la reforma fiscal, se ha quedado en muy poca cosa. Ya conocemos el resultado del trabajo de la comisión dirigida por Manuel Lagares, el grupo de expertos liderados por este catedrático andaluz que iba a darle la vuelta por completo al sistema tributario español y a ‘inspirar’ una reforma fiscal, de tanto calado, como aquella que promovió en la transición don Enrique Fuentes Quintana.

Pues bien, los trabajos realizados por estos ‘sabios’ reunidos por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, a petición del presidente Mariano Rajoy, vuelan muy bajo. Como si el parto fuera el resultado de unas cuantas charlas amigables de sobremesa. Probablemente era de esperar algo así, porque lo que se les había pedido no era más que una suerte de ejercicio de funambulismo técnico y dialéctico. Pero, lo cierto es que ese supuesto ‘macroproyecto’ que iban a impulsar se ha quedado en muy poca cosa.

Y para que no quedaran dudas al respecto, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría se encargó de dejar bien claros los límites en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Explicó rápidamente, entre otras cosas, que no habría IRPF para la vivienda habitual, que era una de las sugerencias más polémicas de los expertos. Al final y tras oír las explicaciones del catedrático andaluz da la impresión de que todo queda como estaba. O casi.

Se van a recortar algunos puntos del IRPF en determinados tramos y habrá también un poco de tijera en el Impuesto de Sociedades. Pero, a cambio, desaparecerán algunas desgravaciones y se subirá el IVA en muchos productos. A partir de aquí queda claro que esa propuesta es mucho menos neutra de lo que parece. De hecho, está completamente marcada por el espíritu y el pensamiento más radical de los ‘ultraliberales’ que parece haber vuelto a hacer mella en el Gobierno de Rajoy.

La última ‘saharía’ del Ejecutivo habla de recortar a las empresas las obligaciones de pago a la Seguridad Social y de subidas de IVA, en la confianza de que esa combinación fomentará el aumento de las exportaciones. Con lo cuál se pondría en marcha un nuevo e imparable circulo virtuoso que redundaría en un aumento de las contrataciones que acabaría con el desempleo. Sin embargo, esa posibilidad sólo pertenece al mundo de las buenas intenciones, porque las ventas en los mercados exteriores, que dependen de muchos más factores, pueden dispararse o no.

Lo que sí va a pasar con la acción conjunta de esas dos medidas es que habrá un aumento de los precios que contribuirá a empeorar la ya castigada demanda interna. Además, la reducción de las aportaciones a la Seguridad Social contribuirá al deterioro de los mecanismos de previsión social y anticipa otro posible golpe a las pensiones. Hace falta ser un fudamentalista liberal muy convencido para tragarse semejantes recomendaciones sin más.

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