El Santander se atreve con el competitivo mercado de las tarjetas de crédito en EEUU con el lanzamiento de Santander Bravo MasterCard. “EEUU quizá sea el principal país para nosotros porque todavía somos pequeños. Queremos crecer”. Así de rotundo se mostró el presidente de Banco Santander, Emilio Botín, durante la presentación de resultados del grupo, en la que ya quedó clara la estrategia de implantar en la mayor economía del mundo el modelo de banca minorista que le ha reportado al banco tantos éxitos en España.
El último ejemplo, la nueva tarjeta de crédito Santander Bravo MasterCard, que ofrece a los clientes la posibilidad de ganar puntos por realizar compras en gasolineras, restaurantes y supermercados. A diferencia de otros productos similares de la competencia, los puntos acumulados no caducarán y los tenedores tendrán la opción de canjearlos por dinero en efectivo, billetes de avión o tarjetas regalo. Cada 10.000 puntos equivaldrán a 100 dólares.
Santander Bravo es la primera tarjeta que comercializa el Santander en el mercado estadounidense desde que se realizó oficialmente el cambio de nombre. Tradicionalmente, Sovereign (como se denominaba la filial estadounidense) no había utilizado esta estrategia de vincular su nombre al dinero de plástico, lo que ya ha sido analizado por algunos observadores como una estrategia encaminada a hacer más conocido el nombre del grupo, en un segmento además como el de las tarjetas de crédito donde hay una fuerte competencia.
A finales del año pasado, el Santander lanzó también en EEUU la cuenta ‘Extra20’, que ofrece 20 dólares al mes a los clientes que tengan domiciliada la nómina o cualquier otro ingreso superior a los 1.500 dólares mensuales en la entidad y paguen al menos dos recibos a través del servicio online BillPay. La campaña fue promocionada por un anuncio de televisión protagonizado por el popular actor Robert De Niro.
