Tras tres meses de movilización, los estudiantes seguiremos luchando en defensa de la escuela pública

Opinión

Tras tres meses de movilización, los estudiantes seguiremos luchando en defensa de la escuela pública

Desde el inicio de curso los estudiantes de secundaria y universidad, junto con nuestros padres y profesores, hemos protagonizado las movilizaciones más masivas en años en defensa de una educación pública de calidad y contra los recortes y contrarreformas educativas que el gobierno del PP quiere imponernos.

El ministro Wert quiere devolvernos a la escuela de los años sesenta, cuando sólo quien podía pagar tenía acceso a una educación de calidad, mientras que para la mayoría sólo había reválidas, itinerarios segregadores y la expulsión por decenas de miles del sistema educativo.

En estos tres meses de curso la respuesta estudiantil se ha dejado sentir con fuerza en los centros de estudio de todo el Estado. Sin duda el mayor impacto de la contestación social y juvenil a estos ataques se pudo ver entre los días 16 y 18 de octubre, en el marco de la semana en defensa de la escuela pública convocada por el Sindicato de Estudiantes, y que contó con el fuerte impulso de la CEAPA gracias a su llamamiento a una “huelga de padres” el día 18. El resultado ha sido claro: cuatro millones de jóvenes secundamos durante 72 horas la huelga convocada por el Sindicato de Estudiantes los días 16, 17 y 18 de octubre. Además el día 17 organizamos manifestaciones en más de 100 localidades de todo el Estado, y el 18 centenares de miles de padres, profesores, estudiantes y trabajadores en general inundamos las calles en las principales ciudades.

Tras la retahíla de insultos y la campaña de criminalización contra la juventud que hemos tenido que soportar por parte de este gobierno durante meses, recientemente el ministro Wert ha declarado su intención de negar el derecho a huelga a los estudiantes de secundaria.

Estas declaraciones son el colmo de la hipocresía, ya que mientras el PP dice estar muy preocupado con que un joven de 17 años pueda ir a la huelga para defender la escuela pública, vemos como no le quita el sueño que miles de estudiantes de 16 años puedan ser explotados en los trabajos basura que todos conocemos, o nuestras familias, con nosotros dentro, desahuciados de nuestras viviendas sin contemplación alguna.

Ante estas nuevas amenazas de recorte de hasta nuestros derechos más elementales, desde el Sindicato de Estudiantes hemos respondido con contundencia, dejando claro que no vamos a aceptar que se nos niegue ningún derecho democrático, y reafirmándonos en la continuidad de las movilizaciones en defensa de la escuela pública. Es por eso que el pasado 14-N, en el marco de la exitosa huelga general, desde el Sindicato de Estudiantes hicimos una intensa campaña para que ese día los centros de estudio quedasen completamente desiertos, algo que sin duda fue así con una participación superior al 90% de la juventud en el llamamiento a la huelga.

Todas estas movilizaciones han tenido como resultado inmediato que socialmente sea conocido entre millones de trabajadores la amenaza que para la educación pública significan las políticas del Partido Popular que, como en otros ámbitos, sólo llevan adelante recortes sociales para aumentar las partidas presupuestarias destinadas a banqueros, poderes financieros, grandes empresarios y especuladores.

Debido a esta situación, y como planteamos desde inicio de curso, la lucha estudiantil en defensa de la educación pública no va a ser flor de un día, sino que vamos a seguir adelante todo el tiempo que haga falta, y es por eso que en estos momentos estamos planteando a los dirigentes sindicales del profesorado la necesidad de convocar una nueva huelga general educativa desde infantil a universidad, padres, profesores y estudiantes unidos para seguir presionando al ministerio y evitar así el desmantelamiento y privatización del sistema educativo público.

No vamos a parar hasta frenar los ataques: que se devuelvan los cuatro mil millones de euros que han robado a la educación pública; que se readmita a los cincuenta mil profesores despedidos; que se retire la contrarreforma franquista de Wert; que dimita el ministro, y por supuesto, dejar claro que el derecho a huelga no se toca.

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