Condiciones iniciales (II)

Transiciones

Condiciones iniciales (II)

Política transicional

La importancia tiene que ver con la necesidad del conocimiento de las precisas situaciones de partida para la creación institucional, el diseño de políticas, las acciones operacionales y tácticas de todos y la permanente labor de realimentación de las intervenciones de todo tipo y nivel. ¿Por qué en las transiciones es tan importante el tema de las “condiciones iniciales”? ¿Cómo se han manejado en el mundo para las transiciones al mercado? Para nuestra fortuna, diversos autores y órganos técnicos y financieros de orden general o ligados al asunto transicional han respondido esas preguntas.
 
Por ejemplo –solo un ejemplo- desde 1990 existe el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, con sede en Londres, llamado también el “Banco de la Transición”, que ha permitido soporte técnico y financiero a los procesos de transición del viejo bloque soviético; pero, también a países en otras áreas del mundo. Nos puede ser útil. El equipo técnico del banco creó el llamado Índice de Condiciones Iniciales, un valor  ponderado de unas siete condiciones de distinta naturaleza. Y diversos autores e instituciones reconocidas han dedicado estudios y formulaciones para su manejo.
 
La importancia tiene que ver con la necesidad del conocimiento de las precisas situaciones de partida para la creación institucional, el diseño de políticas, las acciones operacionales y tácticas de todos y la permanente labor de realimentación de las intervenciones de todo tipo y nivel. Pues, el estudio de los sistemas complejos nos dice que cada intervención debe ser específica y precisa respecto a la condición enfrentada. Por ejemplo –importante en Venezuela- limitar institucional y socialmente a políticos y élites, como plantean Acemoglu, Johnson, Robinson y Taicharoen (2002). El objeto exige diseño institucional preciso que evite el corporativismo prebendario que ha caracterizado la vida política nacional. Fíjense que ése es un problema que ni siquiera se reconoce.
 
Ya hemos escrito, y lo haremos de nuevo más adelante en detalle, sobre las intervenciones institucionales, políticas, la gestión del día a día y la realimentación del conjunto, para el caso especifico venezolano; pero, por lo pronto el interés es por el reconocimiento de las precisas condiciones iniciales de la transición a la democracia y el mercado a impulsar en el país a la salida del régimen actual, para abordarlas con precisión.
 
Y, como dicho, trabajamos en un cuadro extenso, no en un índice de síntesis,  que muestre, a analistas y decisores, las muy diversas situaciones presentes en los ocho tipos mencionados, con énfasis en las derivadas de nuestra prospectiva sobre las condiciones requeridas por el buen arranque del tipo especial de transición que proponemos.
 
Para ello, deberíamos proponernos, sin prejuicios, asociarnos con los expertos e instituciones de reconocida actuación en el tema, con independencia de su nacionalidad. No es por un placer especial –todo lo contrario- que repito tanto que el “estado del arte” en asuntos transicionales en Venezuela es desolador. Muchos están convencidos de que transición es un simple cambio de caras o partidos. Otros, que debería estar más cercanos al tema, suponen que resulta posible abordarlo con el saber convencional o con la muleta de las ideologías. Y no, no debe ser así. Como tanto he dicho, las transiciones son procesos especiales y especial debe ser su manejo.
 
Lo primero –y en eso espero la ayuda de ustedes- es convencernos de la conveniencia de asumir el futuro inmediato impregnados de vocación transicional legítima. Fuerte, diría yo. Como dicho en el artículo pasado, estamos hablando de estas cosas a más de doscientos años de nuestra independencia y más de cien de un Estado nacional y explotación petrolera. Y estamos dónde estamos. Colonizados, desinstitucionalizados y en la más injustificable miseria.
 
A Venezuela hay que refundarla. No entregarla, otra vez, a los que no pudieron llevarla al primer mundo. Para la refundación, mucho conocimiento y real vocación de cambio son necesarios. Ustedes y nosotros podremos.
 
Santiago José Guevara García
[email protected] / @SJGuevaraG1

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