Mientras el equipo rector plantea eliminar nueve facultades de la UCM para fusionarlas con otras, Patrimonio se fija en «el símbolo» que supone el edificio de Filosofía y Letras. La Comunidad de Madrid ha convocado hoy al Consejo Regional de Patrimonio Histórico para estudiar la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Complutense, además del Convento de las Clarisas de Valdemoro y el Palacio de la Prensa. En el primer caso, se trata de un inmueble que “data de principios del siglo XX y es un edificio destinado a convertirse en símbolo y referencia de una época de la historia y de la cultura española para las futuras generaciones”.
Lo que no parece merecer tanto reconocimiento, sin embargo, es el propio contenido del edificio: los alumnos y profesores de una de las facultades con más abolengo dentro de la mayor universidad de España. El plan del nuevo equipo rector de la Complutense, liderado por Carlos Andradas, prevé eliminar nueve de las 26 facultades que conforman la UCM. Todas ellas pasarían a fusionarse con otros centros, de forma que la Universidad acabe contando con 17 facultades. El objetivo, según su nuevo equipo directivo, “reforzar sus tareas más académicas y aligerarlas de administración y burocracia” y “modernizar” sus estructuras.
Una de las víctimas es Filosofía y Letras. «Algunos medios de comunicación han afirmado que la matrícula de estudiantes en la Facultad de Filosofía ha ido disminuyendo paulatinamente”, lamentaba el Decanato de la facultad en un comunicado hace apenas un mes. Y respondía con datos: “La afirmación es errónea”, apuntaba el centro, recordando que en actual curso académico la facultad acoge a 1.182 alumnos, apenas nueve menos que hace una década, en el curso 2005-2006. “La evolución de la matrícula en estos diez últimos años puede calificarse perfectamente de constante”, explica el centro, tal como se observa en los datos anuales de matriculación aportados por su Decanato, cuyas variaciones entre uno y otro curso nunca alcanzan el centenar de alumnos.
Los residentes del edificio que el órgano de Patrimonio, dependiente del Ejecutivo de Cristina Cifuentes, pretende proteger, añadía que “en la actualidad no ingresan en la Facultad de Filosofía todos aquellos que solicitan plaza y, por ello, se quedan fuera estudiantes que desean cursar unos estudios de Filosofía en la UCM”, alegaba el decanato para negar la caída de su alumnado.
