Luz al final del túnel

Especial XXIV Aniversario

Luz al final del túnel

Javier Urones, analista de XTB

Nos encaminamos a cerrar un ejercicio 2015 ciertamente convulso para los mercados pero positivo para la economía real. Quizás el mejor calificativo para este año sea el de aquel que debió ser, pero no fue, el punto y aparte para una crisis ya más longeva que el propio periodo expansivo previo. EEUU consigue salir del túnel mientras que en el Viejo Continente nos tenemos que contentar con ver la luz al final del mismo.

El año comenzó con turbulencias, las divisas emergentes temblaban ante la posibilidad de que el gigante norteamericano subiese tipos de interés y en Grecia comenzaba a forjarse lo que sería el mayor conflicto político en varios años. Las Bolsas apartaban su mirada de estos problemas y se centraban en nadar dentro de la abundante liquidez que el BCE inyectaba a la economía europea. En apenas tres meses se había alcanzado más revalorización que en todo el año previo.

El mercado de renta fija europea, por su parte, alcanzaba tasas de rentabilidad realmente ridículas. Parecía, por tanto, que todo marchaba tal y como se esperaba hasta que en el tablero europeo, el peón que supone económicamente Grecia pasó a autoproclamarse rey y poner en jaque la partida. Este movimiento supuso la primera gran corrección en los activos de riesgo llevando a los selectivos de renta variable europeos, especialmente, aquellos considerados periféricos, a caer cerca de un 8% de media. Las rentabilidades de los bonos volvieron a ajustarse hasta niveles algo más lógicos pero todo fue un espejismo, ya que pocos meses más tarde regresarían a su ‘hábitat’ dentro de la burbuja que supone el mercado de renta fija europea.

Tras caer por su propio peso el problema heleno, los mercados no tuvieron apenas ni un mes de respiro hasta encontrarse de nuevo con el que sería el gran problema del año. La Bolsa de la segunda mayor economía del mundo, China, entraba en crisis y caía sin control. Pese a los grandes esfuerzos del Gobierno chino para sujetarla, las pérdidas se agravaron arrastrando consigo a un gran número de inversores minoristas en lo que fue un calco al Crack del 29 en EEUU. Las dudas se apoderaron de muchos inversores que desconfían ya de unos datos siempre conflictivos sobre la economía asiática.

Las Bolsas regresaron a niveles previos al inicio del año y el Ibex llegó incluso a cotizar un 10% por debajo de los mismos. Tuvo que ser de nuevo el BCE quien en la reunión de hace pocas semanas, dejara entrever que las Navidades se adelantarían a principios de diciembre y, probablemente, se establezcan nuevos estímulos para acercar aún más a ese final del túnel que comentamos a la economía europea.

La tranquilidad vuelve al parqué en estos días en los que el mes de octubre ha resultado ser el mejor de los últimos dos años. El panorama hasta fin de año parece despejado y la única incógnita a estas alturas es si la Reserva Federal estadounidense será fiel a sus palabras y dará comienzo a una subida de tipos de interés, que no apetece ni a los inversores, ni a muchos miembros del organismo norteamericano.

En general, el año 2015 ha supuesto un paso más en el caso de ciertas economías que realmente dieron un grande empujón para poner fin al periodo de crisis y poder hablar de recuperación sin hacerlo con la boca pequeña. El problema vendrá cuando en esta fiesta de liquidez, que viven las economías avanzadas, la música de los bancos centrales deje de sonar. Pero eso ya será otra historia.

*Javier Urones, analista de XTB

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