La política presupuestaria y las reformas estructurales están permitiendo que España esté superando con buena nota la mayor crisis económica de los últimos años. La política presupuestaria y las reformas estructurales están permitiendo que España esté superando con buena nota la mayor crisis económica de los últimos años.
La economía española está recuperando rápidamente su competitividad externa: buena prueba de ello es el dinamismo del sector exportador, la situación de nuestra balanza por cuenta corriente y la evolución de los principales indicadores de precios. El sector financiero, tras culminar el proceso de reestructuración y recapitalización está en condiciones de canalizar crédito a la economía. La confianza ha vuelto y muestra de ello es la evolución reciente de la prima de riesgo, el cambio en las condiciones de financiación y el tono de los indicadores de confianza de los agentes económicos. Y, por último, las cuentas públicas están corrigiendo, conforme a la senda comprometida, su situación deficitaria.
La agenda económica del Gobierno, tiene dos grandes líneas de actuación que se refuerzan mutuamente: profundizar en las reformas y favorecer la recuperación económica y la creación de empleo. Su aplicación plasmada en el Plan Nacional de Reformas 2014 ha permitido aprovechar el cambio de ciclo que estaba iniciándose, para consolidar un crecimiento sólido y sostenible que ha favorecido de forma decidida, la creación de empleo.
Estas medidas se han estructurado en torno a cinco áreas prioritarias: saneamiento fiscal diferenciado y favorecedor del crecimiento; restablecer las condiciones normales de préstamo a la economía; fomentar el crecimiento y la competitividad actual y futura; luchar contra el desempleo y las consecuencias sociales de la crisis; y modernizar la Administración Pública. Además, son las bases para el cumplimiento de los objetivos de la Estrategia Europa 2020.
Llevamos 4 trimestres consecutivos de crecimiento positivo, y según los recientes datos de la Encuesta de población Activa publicados este mes de octubre por el Instituto Nacional de Estadística, la tasa de paro se ha situado en el 23, 67% de la población activa en el tercer trimestre del año, el número de parados disminuyó en 195.200 personas, situándose en 5.427.700 siendo este el mayor descenso en términos absolutos en un tercer trimestre de la serie de la EPA. La ocupación aumenta en 151.000 personas en el tercer trimestre respecto al segundo, hasta un total de 17.504.000 y el empleo ha crecido en 274.000 personas en los últimos 12 meses.
El cuadro macroeconómico propuesto en los PGE 2015 por el Gobierno mejora las previsiones presentadas en el Programa de Estabilidad de abril 2014, al prever un crecimiento de la economía española del 2.0% frente al 1.8% de entonces. Confirmando además el cambio en el modelo de crecimiento de nuestra economía, ya que será la demanda nacional (+1.8%) la que tome el relevo del sector exterior (+0.2%) como motor de crecimiento.
La solidez de la recuperación económica y la confianza en nuestra economía (nos estamos financiando a tipos históricamente bajos) nos permitirán cumplir los objetivos de déficit del próximo año (-4.2% vs -5.5% este año) y devolver a los ciudadanos en parte, el esfuerzo realizado en los años previos a través de una bajada de impuestos, recuperando un cuarto de la paga extra de los salarios públicos y garantizando una subida de las pensiones de, al menos, el 0.25%; lo que, en el contexto actual de baja inflación, se traduce en un incremento real de poder adquisitivo para todos los ciudadanos.
En 2015, la tasa de paro se reducirá al 22,9% (4 décimas mejor que lo previsto en abril), confirmando la eficacia de la Reforma Laboral y de todas las medidas de estímulo adoptadas por el Gobierno a lo largo de la legislatura. Si hablamos en términos de desempleados, en 2015 se reducirá en 474.000 el número de desempleados, lo que significa que cada día habrá 1.300 parados menos.
Hemos hecho los deberes y ahora obtenemos uno resultados que nos permiten ver un futuro prometedor. El Gobierno continúa trabajando para conseguir que la tasa de desempleo se reduzca a su mínima expresión con un crecimiento sostenido de nuestra economía y un mantenimiento decidido de nuestro estado del bienestar.
*Rogelio Araújo Gil, vocal de la Comisión de Economía y Competitividad del Congreso
