Poco a poco empieza a resultar evidente qué tipo de compañías y de proyectos van a beneficiarse de la nueva Ley Audiovisual Española y sus presuntas ayudas a la producción nacional. Las televisiones podrán contabilizar sus presupuestos para miniseries como parte del cumplimiento de los desembolsos que les exige la norma para apoyar al cine nacional, lo que nos deparará un aluvión de biografías de las grandes estrellas de la prensa del corazón. Y luego está Hollywood y su firme apuesta por rodar con dinero público español películas en inglés.
¿Sería eso posible? Pues más bien sí. Una productora española, aunque sus principales socios sean de EEUU puede optar a las ayudas que, además, están reservadas a proyectos de alto coste. Y Hollywood lleva años disfrazando sus películas, a través de empresas holandesas, para superar las cuotas de pantalla comunitarias. Alguien debería recordar que para proteger el cine español sería interesante subvencionar sólo lo rodado en las lenguas del país.
