Los mercados financieros parecen empeñados en desmentir, un día sí y otro también el hecho, por otra parte incuestionable, de que el final de la crisis económica global por la que navegamos desde hace casi dos años aún no se vislumbra con claridad por el horizonte cercano. Cada nuevo dato confirma este divorcio aparente entre la Bolsa y la realidad que tan mala espina da, al menos a los expertos más pesimistas y empeñados en recordar que una de las bases de la catástrofe fue precisamente un divorcio entre la creación de riqueza real y su reflejo en las finanzas.
En cualquier caso, algunas de las noticias bursátiles de los últimos tiempos son buenas. Por lo menos, para sus protagonistas. Una de las cifras de publicación más reciente es la referida al mercado de las salidas a Bolsa en el tercer trimestre del año que ha experimentado un repunte inequívoco, con un especial protagonismo de las colocaciones en las bolsas de Hong-Kong y Shangai. La compañía China State Construction ostenta el récord anual, tras recaudar en julio 7.300 millones de dólares.
