El puño en alto

Opinión

El puño en alto

Dice el presidente Montilla que hasta los fachas tienen derecho a levantar el brazo. Y lo dice después de que Rajoy criticara a los que levantan el puño. Y luego unos entusiastas increpan a Garzón mientras otros le aplauden en la puerta del Supremo. Las dos Españas no es que hayan vuelto es que nunca se han terminado de marchar.

Goya nos pintó a garrotazos con los pies en el barro y de ahí no salimos por mucha pátina de modernidad digital que nos queramos dar. Puede que Miguel Sebastián tenga la certeza de que el futuro son coches eléctricos pero serán conducidos por españoles de dos bandos aunque circulen por la misma calle. Cuando Franco decía que lo dejaba todo “atado y bien atado” se debía referir a que cuando tocaba debate económico el titular fuera el puño cerrado. No hay otro tema mejor para discutir en este momento.

No hay en Zapatero un peligroso agente troskista, y menos aún en Bibiana Aido que debe ignorar el pasado histórico del socialismo con la misma alegría con la que sonríe. Puede que en Rodiezmo se celebrara un encuentro de jurásicos sin fronteras pero no eran antisistemas, ni quema conventos, ni gente de mal vivir. Cada uno tiene derecho a sus propias nostalgias. Se equivoca el PP en pedir que la izquierda renuncie a sus símbolos y pida perdón. Hay una derecha que desea reescribir la historia en su propio beneficio y se apuntan todas las conquistas sociales.

Esto de que los buenos estuvieron conmigo y los malos contigo es de un simplismo que es para vacunarse.

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