Este Gobierno está en todo: si superas los cincuenta mil euros te sube los impuestos, y si te sube la fiebre te dan tamiflu. Y si estás parado te dan cuatrocientos veinte euros que sirven para poco, pero menos da una fiebre. Para todo lo demás se puede hacer un informe, más tarde se crea una comisión y al final Bibiana Aído tiene la última palabra. Es lo que se llama un «gobierno de concentración», (de ineficacias).
Suerte tienen de que el PP sigue enfrascado en el victimismo. A la oposición le falta llegada al área, igual que al Atlético de Madrid, pero no parece que vayan a quitar a Rajoy del banquillo. El PP no tira a puerta, más bien lo que hace es lanzar balones fuera. Así que el centro del campo es de los desilusionados como Jordi Sevilla que ha pedido que le cambie antes de que termine el partido.
El respetable público asiste con apatía mortal a la ceremonia de acusaciones. Luego dirán que no llenan el hemiciclo cuando hay debates, (el último que los animaba era Labordeta y se marchó a cantar jotas a otra parte). ¡Si estará el partido aburrido que rescatan la época de Aznar como periodo ilusionante!
No sabemos cuántos pueden ser los afectados por la gripe A, tampoco hasta cuándo seguirá cayendo el empleo, pero este Gobierno nos tendrá puntualmente informado. No a través de sus declaraciones sino del reflejo que de ellas den los periódicos. Visto lo cuál se entiende muy bien a Jordi Sevilla.
